BOSTON, Estados Unidos (AFP-NA). La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) difundió ayer fotos y videos de dos hombres sospechosos de perpetrar el doble atentado en el maratón de Boston el lunes, que dejó tres muertos, y pidió ayuda a los ciudadanos para lograr identificarlos. Los dos hombres están “armados” y son “peligrosos”, afirmó Richard DesLauriers, jefe de la oficina del FBI en Boston durante una rueda de prensa, quien pidió a la población su colaboración. El FBI colgó en su web www.fbi.gov varias imágenes y un video de dos hombres.Durante más de cien años, el FBI se ha apoyado en los ciudadanos para que sean sus ojos y sus orejas”, dijo DesLauriers.“Alguien ahí fuera conoce a estos individuos”.Los investigadores están examinando todas las pruebas recogidas poco antes de las explosiones, que dejaron tres muertos y más de 180 heridos.El jefe de la oficina del FBI en Boston adelantó que por el momento no se difundirá más información sobre el curso de las investigaciones. “Es nuestra estrategia”, aseguró.En el video, ambos hombres andan juntos en una dirección cargando con las mochilas para poco después desaparecer de la cámara.El llamado “sospechoso número uno” lleva una gorra negra de béisbol con una rata blanca. El dos, una blanca puesta del revés. Ambos son jóvenes.Obama dio señales de fortalezaCompasivo con las víctimas y retador con los culpables de haber traído el terror a Boston, el presidente de Estados Unidos aseguró ayer, durante su alocución en el servicio interreligioso ofrecido en la catedral de la Sagrada Cruz, que la ciudad celebrará el año que viene el tercer lunes del mes de abril, como marca el calendario, su maratón. “Volverán a correr”, ha afirmado Barack Obama a los bostonianos. “No me cabe duda, Boston celebrará su 118 maratón”.Fue entonces cuando los asistentes al acto se pusieron en pie y abrazaron a su mandatario con un inmenso aplauso. A la emoción contenida le sucedían las lágrimas. Dos mujeres vistiendo la chaqueta oficial del maratón -amarilla y azul- se consolaban en su dolor. Mientras se sucedían las palabras -hermosas- y la garantía de que los valores que definen al pueblo estadounidense no se verán alterados por las bombas. Por un rato, el presidente ha dejado de lado la dulzura con la que habló de las víctimas para asegurar en tono retador que quien hubiera cometido el atroz crimen había elegido “la ciudad equivocada”.





Discussion about this post