POSADAS. A comienzos de este mes se cerraron dos Centros de Atención Primaria de Salud (CAPS) de la localidad de Garupá y a pesar de los dichos del propio ministro de Salud Pública, Oscar Herrera Ahuad, quien había asegurado que se reabrirían, esto todavía no ocurrió y las personas de ambos barrios están muy preocupadas y angustiadas por la situación que viven. PRIMERA EDICIÓN visitó ayer el barrio Santa Clara de esa ciudad y también fue hasta la salita ubicada en Santa Inés. Ambos establecimientos continúan cerrados a la atención y sin personal siquiera para las urgencias. “Nosotros somos la verdadera Ciudad Perdida”La situación en el barrio Santa Clara es alarmante y preocupa sobre manera a los vecinos, quienes día a día se acercan hasta el CAPS para atenderse, pero los médicos no están en el lugar y el encargado, Domingo Martínez, les comenta que “todavía no hay solución”. En la puerta hay un cartel que dice: Se les comunica que a partir del 8 de abril no hay atención médica por falta de pago del Ministerio de Salud Pública de la provincia”. Frente al ingreso del establecimiento médico, alrededor de veinte madres estaban esperando la llegada de algunos de los médicos que atienden en el lugar. “A veces viene el doctor Núñez y atiende los casos más urgentes, pero lo hace de buena persona nomás”, afirmó María, una mujer que contenía a su bebé en brazos y quien además contó que “un día fue hasta la casa del médico y curó a mi hijo ahí” y se lamentó de que la “salita esté cerrada”. “Nosotros somos la verdadera Ciudad Perdida”, exclamó a su lado Norma y siguió diciendo: “En el barrio es muy necesario que se vuelva a abrir el CAPS, miré (señalando a su alrededor), somos todas mujeres que tenemos como mínimo cinco hijos y si tenemos una urgencia con alguno de los chicos debemos ir hasta el hospital de Fátima, pero cómo hacemos” se preguntó, “en mi caso, por ejemplo, no me alcanza la plata para ir y venir en colectivo, además del tiempo que debo dejar a mis hijos solos o al cuidado de un familiar o amiga”, aseguró. El CAPS de Santa Clara se encuentra en el medio del polideportivo del barrio y, según contó el encargado del lugar, se atienden unos cuarenta pacientes por día e incluso a veces más. “Vinimos a primera hora del día para ser atendidos, porque somos muchísimos los vecinos. Acá hay chicos con bajo peso, que están en el programa Hambre Cero y que deben ser observados por los médicos o enfermeras todos los días, ahora no sabemos qué hacer”, aseveró Mabel. La salita abre sus puertas a las 7 y cierra a las 19, en esas doce horas pasan por allí desde bebés hasta ancianos. Hay pacientes para emergencias y también crónicos. “Los doctores nos atienden a todos sin discriminar”, aseguraron las mujeres. También hay provisión de medicamentes y de leche en polvo para quienes necesiten. “A veces falta pero tratamos de que alcance para todos”, reveló Domingo en una conversación que mantuvo con este diario. La situación parece no tener solución, al menos, por ahora. “Nosotros no sabemos nada, lo único que nos dijeron desde el municipio es que ellos no pueden hacerse cargo de los salarios del personal y que debe ser el Ministerio el que aporte la solución”, dijo el encargado del CAPS. En el centro de atención de Santa Inés la situación es similar y hasta en algún punto peor, ya que la salita se encuentra en un lugar bastante más alejado del hospital de Fátima y, además, está junto a un instituto escolar.





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