POSADAS. Un suboficial principal del Servicio Penitenciario Provincial fue detenido en los últimos días bajo sospechas de haber abusado sexualmente de una menor de 14 años con retraso madurativo, en una presunta “relación amorosa” que claramente se encuadraría en un hecho de estupro.Fuentes cercanas a la investigación del caso le confirmaron a PRIMERA EDICIÓN que por estas horas el uniformado permanece apresado en una dependencia interna del Servicio Penitenciario. Su situación, informó un portavoz, sería más que comprometida después de las pericias realizadas por el Cuerpo Médico Forense, principalmente tras la declaración de la niña en Cámara Gesell.En ese sentido, trascendió también que la niña sufriría retraso madurativo. Todo se develó después de que la abuela de la pequeña descubriera escritos que supuestamente pertenecen al penitenciario, en donde “acordaba” reunirse con la niña para mantener relaciones sexuales.Relación prohibidaLas fuentes le contaron a este medio que la relación entre el penitenciario y la niña sería ya del año pasado, pero recién trascendió a las autoridades en los últimos meses, cuando la abuela de la menor de edad se acercó hasta una comisaría y denunció al uniformado.Al parecer, fue esta mujer quien descubrió varias cartas de tinte romántico en las que el hombre se comunicaba con la indefensa niña. En esas misivas, al parecer, pactaba los encuentros en los que habría mantenido relaciones sexuales, al menos una vez. Los investigadores no descartan que el hombre haya abusado de la niña en más de una oportunidad.Por lo que se sabe, el detenido es un suboficial principal del SPP con prestación de servicios en la Unidad Penal I de Loreto, de máxima seguridad. Residía en el barrio Ripiera de Garupá y sería vecino de la pequeña. Esa vínculo fue el que habría terminado en la relación.El caso quedó en manos del magistrado Ricardo Balor y su equipo de trabajo del Juzgado de Instrucción 6 de la Primera Circunscripción Judicial, con asiento en Posadas, quien primeramente ordenó una serie de medidas para confirmar la veracidad de la denuncia.Así fue como la niña fue sometida por los especialistas del Cuerpo Médico Forense a una Cámara Gesell. Ese examen junto con las pericias psicólogicas habrían comprometido seriamente la situación procesal del guardiacárcel.No obstante, Balor también ordenó una serie de pericias caligráficas sobre las cartas que la abuela entregó a la Justicia, para determinar si, efectivamente, fueron escritas por el acusado.Con los resultados de la Gesell, desde el Juzgado de Instrucción 6 se ordenó que el penitenciario sea sometido a declaración indagatoria. Ese procedimiento se llevó a cabo durante la primera semana del mes e inmediatamente después el sospechoso quedó detenido.Actualmente, el suboficial permanece tras las rejas en una dependencia interna del Servicio Penitenciario Provincial con el fin de evitar represalias y resguardar su integridad física, ante su condición de integrante de la fuerza que justamente tiene jurisdicción sobre la población carcelaria.La investigación continuaba en las últimas horas con nuevas medidas solicitadas por el juez Balor, quien de hallar nueva evidencia podría cerrar la instrucción y procesarlo. Si eso ocurre, el intregante de la fuerza quedará a un paso de sentarse en el banquillo de los acusados.





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