BUENOS AIRES (NA). Tan cambiante como frenético y épico. Así puede explicarse la histórica victoria que David Nalbandian y Horacio Zeballos consiguieron ayer en cuatro sets ante Michael Llodrá y Julien Benneteau, para dejar a la Argentina “match point” en la serie 2-1 arriba y a un paso de la victoria ante Francia, en el Parque Roca.En tres horas de un juego cambiante e intenso, la pareja albiceleste se impuso con parciales de 3-6, 7-6 (3), 7-5 y 6-3, dando vuelta un trámite que parecía oscurecerse en el tercer set, cuando perdían por 2-5.Hoy (desde las 10.30 por el canal deportivo TyC Sports), Juan Mónaco tendrá la chance de darle la victoria a la Argentina cuando enfrente al número ocho del mundo Jo-Wilfried Tsonga, aunque en caso de perder, quedará la chance del quinto punto entre Carlos Berlocq y Gilles Simon, si es que no hay modificaciones.El ganador de esta serie enfrentará al vencedor de Kazajistán y República Checa (ganan 2-1 los visitantes), y en caso de ser Argentina será como visitante cualquiera sea su rival (ver recuadro).OptimismoPero la histórica jornada vivida en el estadio Mary Terán de Weiss ilusiona hasta el más pesimista. Porque si Berlocq llevó el viernes hasta el quinto set a Tsonga, Mónaco barrió a Simon y el dobles dio vuelta este partido, hay que pensar en grande. El ánimo, ese aspecto que en una competencia por equipos muchas veces es más importante que todo y permite suplir y acortar las diferencias técnicas, jugó a favor de Argentina.En los momentos donde Argentina parecía quebrarse, el aliento de la gente en las tribunas -hubo casi seis mil personas, poco más que en la primera jornada- mantuvo la esperanza y desde adentro los jugadores entendieron el mensaje y con un juego sublime dieron vuelta la historia.El primero para la visitaPorque la paridad del resultado hasta el final del tercer set fue una consecuencia de lo que ambos equipos realizaron en la cancha, porque tanto Argentina como Francia intercambiaron el dominio, con Llodrá y Zeballos -metió tres globos exquisitos de entrada- como estandartes de uno y otro lado.Hasta el octavo game de ese primer set no hubo diferencias, pese a que Francia tuvo cuatro chances de quebrar y Argentina otro par de opciones. Pero sobre el saque del "Rey David", que hasta ese momento no había entrado en juego, la pareja conducida por Arnaud Clement sacó la diferencia y no titubeó a la hora de cerrar el set 6-3 a su favor.Igualdad y envión anímicoEl segundo parcial fue el fiel reflejo de esa igualdad entre ambos equipos, porque no sólo no hubo quiebres, sino que ni siquiera existieron break points. Así llegaron al tie break, donde el marcador de volcó del lado argentino.Pero al igual que Francia en el primer set, Argentina no desenfocó y liquidó el set con un contundente 7-3 en los “penales”.El envión anímico continuó en el arranque del tercer capítulo, pero Francia se recuperó y se puso arriba 5-2, donde llegó el punto de inflexión del partido y ¿de la serie? Porque Francia tuvo dos set points otra vez con el servicio de Zeballos y en el segundo de ellos Nalbandian lo salvó con un smash muy cerca de la red que impactó en la espalda de Llodrá, que se había agachado para evitar el golpe.Créase o no, a partir de ahí el público reaccionó, la gente no paró de alentar en cada punto y los argentinos inflaron el pecho tan grande que no dejaron huecos en la cancha.Poco a poco empezaron a construir una muralla que terminó siendo impenetrable para los franceses, que tuvieron en el saque de Benneteau la chance de ganar el set. Pero Argentina consiguió recuperar la diferencia. El Parque Roca ya estaba encendido, las nubes se habían alejado quizás con el grito constante de la gente y mientras se abría el cielo también se allanaba el camino para los argentinos.El primer quiebre de la tarde a Llodrá llegó en el mejor momento y permitió quedar 6-5 con el saque de Zeballos, que esta vez no titubeó para poner al frente a la Argentina.Luego de ese quiebre no hubo vuelta atrás. La gente, el cuerpo técnico y los jugadores sabían que no se les podía escapar, que habían llegado demasiado lejos para dejarlo ir.Un final soñadoY en un cierre a toda orquesta, se le animaron nuevamente al saque de Llodrá, ese que había estado casi imposible durante la tarde del Parque Roca, para robárselo y cerrar una de las mejores victorias en la historia de la Copa Davis albiceleste tras un claro 6-3.Por el contexto, por el rival y porque, otra vez, se está a un paso de alcanzar las semifinales ese sueño de todos los apasionados del tenis: la Ensaladera de Plata.





Discussion about this post