POSADAS. Los investigadores creen que al empresario Jorge Manfredi lo golpearon y muchas horas después, recién fallecido, lo arrojaron al cauce del río Paraná. Por eso la autopsia determinó que no murió ahogado, porque no tenía agua en los pulmones.La teoría surge del análisis de las horas que transcurrieron entre el último llamado telefónico que efectuó, el hallazgo del cuerpo y la data probable de muerte (ver recuadro).La principal sospecha es que la agresión ocurrió en la Isla del Medio, pero no hay certezas al respecto. La Justicia considera probable que lo hayan agredido en la costa argentina y luego arrojado en aguas del Paraná, para que apareciera a la altura de Nemesio Parma.Lo curioso es que el cadáver apareció para un lado y la moto náutica para el otro. De confirmarse esa teoría, algo tan improbable como la resolución del caso, al menos por ahora, la gran incógnita está en determinar dónde lo mantuvieron hasta que deshacerse del cadáver.La hipótesis, aunque digna de un filme de Hollywood, no es descabellada. Es coincidente con aquella que lanzaron los propios allegados, de que el empresario habría sido maniatado y pasado la noche en la Isla del Medio.En paralelo, la Justicia continúa con la auditoría contable sobre los libros y otras documentaciones secuestradas en las oficinas de “Pollería Manfredi”, situadas en avenida Uruguay, a escasos metros de la intersección con Maipú.Creen que allí pueden encontrar alguna arista o pista sobre el posible móvil del homicidio.Por el momento, el caso es un misterio casi inexpugnable. Lo bueno es que la causa no se detiene y en cualquier momento, puede registrar una vuelta de timón. Todo puede ser, nada se descartaNo hay dudas de que el misterio es el actor protagónico en la trama del homicidio del empresario avícola Jorge Manfredi.“Todo puede ser, nada se descarta”, manifestó un detective en una breve conversación con este diario.En otras palabras, significa que aún no hay nada concreto, lo suficientemente sólido para aventurar la esperanza de una pronta resolución.Cada semana surge una teoría nueva en torno al hecho. Ahora creen que el empresario pudo haber sido arrojado al agua después de doce horas de agonía.La hipótesis surge del análisis de los restos de la última comida que consumió la víctima.Los especialistas realizaron un cálculo aproximado de la hora de la muerte considerando el tiempo que le llevó realizar la digestión y establecieron que la misma ocurrió unas ocho horas antes del hallazgo del cadáver.Eso ubicaría el deceso de Manfredi alrededor de las 11 del miércoles 16 de enero, siendo que la moto náutica, por ejemplo, apareció casi a las 20 del día anterior.De ser así, la gran pregunta radica en dónde estuvo el empresario y bajo qué circunstancias entre las 20 del martes 15 de enero (día en que desapareció) y las 11 de la jornada posterior.Manfredi mantuvo una última comunicación telefónica poco antes de las 19 en la que avisó que había perdido la llave del jet sky. Menos de una hora después apareció la máquina, en aguas paraguayas.





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