BUENOS AIRES (NA). River y Vélez empataron ayer sin goles en el estadio Monumental de Núñez, por la séptima fecha del torneo Final, resultado que privó a los dirigidos por Ramón Díaz de acercarse al puntero Lanús, que quedó a tres puntos y aún debe jugar.River acumuló su segundo partido sin victorias luego de la derrota en Rosario ante Newell´s, mientras que el equipo de Liniers, que está muy cerca de avanzar a los octavos de final de la Copa Libertadores, perdió el tren de vanguardia del campeonato tras perder con Belgrano y ésta segunda igualdad consecutiva, después de la cosechada con Estudiantes de La Plata.Tanto los conducidos por Ramón Díaz como los dirigidos por Ricardo Gareca tuvieron la misma problemática, carecieron de elaboración de juego asociado para tratar de generar peligro sobre los arcos, en parte por falta de movilidad en ataque y también por el orden y la intensidad defensiva del rival.Para colmo, el “Pelado” Díaz perdió dos piezas fundamentales en su esquema, como el capitán Leonardo Ponzio y Jonathan Bottinelli, ya que ambos acumularon la quinta amarilla y no podrán estar en el clásico ante Racing, por la octava fecha.El vértigo con el que ambos equipos arrancaron el partido hacía imaginar una gran tarde/noche de fútbol, sin embargo, se quedaron en esos cinco minutos de furia, en los que hubo una situación de peligro por lado.El encuentro cayó en una meseta de la que ninguno de los dos equipos pudo salir, principalmente por las fallas en el manejo del balón que mostraron ambos, situación que los llevó a ser muy tibios en ataque y repitiéndose por momentos en el pelotazo sin destino.Recién se volvieron a sacudir a falta de cinco minutos, después de un mal rechazo de Peruzzi, que capturó Ponzio en tres cuartos de cancha y probó de media distancia, pero contuvo Sosa en dos tiempos.Vélez pudo hilvanar una serie de toques seguidos por derecha a los 15 minutos del segundo tiempo y volvió a meter a Peruzzi dentro del área rival, que otra vez tiró el centro bajo hacia atrás, encontró a Lucas Pratto que no pudo definir dos veces y en el rebote, algo exigido, Insúa remató débil al centro del arco desde la media luna y encontró bien parado a Barovero.El medio campo se volvió casi una zona de transición por esa poca elaboración, con River y Vélez llegando hasta tres cuartos de cancha y perdiendo la pelota o chocando contra la defensa rival, sin encontrar los espacios.El cansancio pudo más, el esfuerzo físico que exigió el partido profundizó las imprecisiones y siempre faltó el toque final para poder poner cara a cara a un compañero con el arquero rival.River y Vélez se conformaron, pero a la vez no quedaron satisfechos, porque en su camino para mantenerse en el tren del torneo necesitaban los tres puntos, y ahora Lanús puede estirar aún más su ventaja en la punta, si mañana logra un triunfo ante Quilmes.





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