POSADAS. El anuncio se concretó. A partir de abril comienzan a repartirse (sin cargo) los plásticos de la SuperCard, la tarjeta de crédito que el Gobierno nacional ideó con los grandes super e hipermercados para sostener el consumo y compitiendo con las tradicionales tarjetas de crédito de los bancos.En Misiones, a más de mil kilómetros del centro del poder, poco y nada se sabe sobre la cuestión, menos aún respecto a la adhesión que tendrá en la tierra colorada.Pero, mientras se instala el debate, parece haber un denominador común: cuestionar las tasas que aplican en el financiamiento de las compras las tarjetas existentes. Algo que la también conocida como Moreno Kard (en referencia al secretario de Comercio Interior de la Nación) pretende modificar con el plástico estatal.Pero se multiplican las dudas respecto del poder de contención de la inflación que pueda tener la nueva tarjeta.PRIMERA EDICIÓN consultó a diferentes sectores para conocer las expectativas y dudas que genera la nueva tarjeta de crédito.Posición de consumidoresFernando Blanco Muiño, presidente de la Unión de Consumidores Argentinos (UCA), manifestó que “el acuerdo de precios y la emisión de tarjeta de los supermercados deben ser acompañados por otras medidas para luchar contra la inflación”.“Mantenemos nuestro apoyo a todo lo que implique una lucha directa contra la inflación que viene carcomiendo el poder adquisitivo de los salarios y que ha sido sistemáticamente negada por el Gobierno durante los últimos tres años. En ese sentido, el acuerdo sirve para contener la suba de precios, pero no alcanza para ser la única herramienta de combate a la inflación”, sostuvo. “Nos parece importante, también, que la tarjeta que se anuncia y que tendrá a las cadenas de supermercados como emisores, compita con otros medios de pago. Indudablemente, la competencia beneficia a los consumidores y genera mejores condiciones de compra”, explicó Blanco Muiño.“Por último, frente a la nueva Supercard, le pedimos a los supermercadistas que actúen con responsabilidad empresaria en la emisión, que cumplan con lo prescripto por la Ley N° 25.065 de Tarjeta de Crédito y el art. 4 de le Ley de Defensa del Consumidor (24240) e informen claramente a los consumidores las condiciones de contratación, costos, intereses aplicables, valores de resumen mensual, etc para que la tarjeta sea una genuina aliada de las familias y no un enemigo a partir de la recepción del primer resumen”, requirió. Comercio minoristaEl vicepresidente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas, Nicolás Trevisán, dijo a este diario que “es positivo cualquier esfuerzo del Estado por tratar de achicar los costos en general de comercialización”. Adelantó que de mantenerse en la práctica los anuncios, el uso de la tarjeta achicará “un tercio del coso actual”.Para Trevisán, “el objetivo principal del Gobierno es lograr que los productos de la canasta básica y de consumo primario sean aquellos que no tengan el efecto de la inflación a corto plazo. No veo que vayan a entrar de forma masiva en este convenio algunos comercios. Si los que comercialicen los productos de la canasta básica. Por supuesto que el hecho que haya ocurrido este acuerdo de bajar del 3 al 1%, ha motivado que el comercio en general y las asociaciones gremiales empresarias hayan manifestado interés en que se extienda al resto del comercio. Tengo la sensación que esto no ocurrirá con los productos que no sean básicos de subsistencia de la gente”, aseguró.Finalmente, Trevisán aseguró que hoy, el comercio se mueve con todas las formas de pago: “Efectivo, crédito, débito, créditos financieros, bancarios, cheques. La verdad que la oferta de crédito que hay es amplia y alta porque el efecto de la inflación hace que ninguno que presta dinero quiera hacerlo por debajo de la brecha de inflación, con intereses altos que se pueden bajar. El gobierno, en este sentido, hace muy bien en presionar de algún modo, para que las tarjetas bajen el costo financiero”.Desde San Vicente, la presidente de Cámara de Comercio y Turismo, Cristina Allende, dijo que “en verdad las tarjetas de créditos son usureras. El porcentaje que te cobran las tarjetas es de entre el 3 y el 5%. No es estable, sino que varía. Ese es un costo que debe absorber el comerciante, no se le traslada al consumidor. Es un dinero que nos saca nuestra ganancia por eso hay comerciantes que no quieren vender con tarjeta de crédito sea cual fuera la prestataria. Prefieren recibir tarjetas de débitos que tiene un porcentaje más chico”“Cuando la tarjeta de crédito pone promociones a las compras, ese porcentaje corre la mitad por cuenta de la tarjeta y la otra mitad absorben los comerciantes. Nunca es absorbido íntegramente por la empresa de tarjetas. Eso el consumidor no lo sabe”, aclaró Allende.En las ciudades del interior, los consumidores no suelen usar las tarjetas de créditos para comprar en los supermercados. Son más bien usadas para comprar electrodomésticos y materiales de la construcción. Principalmente en las cadenas de electrodomésticos que venden en muchas cuotas, más allá del interés que cobran.Según dijo la presidente de la Cámara de Comercio Industria y Turismo de San Vicente, Cristina Allende, “el gobierno no debe meterse en el comercio a competir con las empresas privadas. El Gobierno tiene que controlar y regular. Si desde el Gobierno se meten a competir con los privados corremos el riesgo de que las empresas privadas se fundan o se vayan y quede el Gobierno manejando el mercado”. “El Gobierno dice que hay que darle tal descuento en tal rubro y el comercio tiene que aplicarlo. Ese descuento o los beneficios lo terminan dando los comercios, mientras el gobierno se luce con su política social. Encima te pagan cuando quieren. La intromisión del estado puede afectar al privado si no se hace bien. En Misiones está el IPLyC que se metió en el rubro de las mueblerías por ejemplo. Eso puede afectar a los comercios de ese rubro. No miden las consecuencias hacia el sector que paga los impuestos y da trabajo a miles de personas”, dijo.“No debe ser única”El ex decano de la facultad de Ciencias Económicas Raúl Karaben también fue consultado sobre la llegada de la SuperCard.¿Qué busca el Gobierno nacional con una tarjeta de crédito propia?Me parece que pretende hacer una doble jugada, de bajar las comisiones de las tarjetas por un lado, y llevar el negocio para el Banco Nación, anulando las tarjetas de crédito más chicas. Lo grave es que en lugar de negociar con las tarjetas, quiera crear una propia y única.¿Será beneficioso para el
consumidor?En una primera etapa podría ser beneficioso para controlar la suba de precios, pero luego eso se esfuma con el tiempo. Nunca los monopolios son buenos, por más que sean del Estado.¿Las tasas bancarias por uso de las tarjetas para comercios y clientes están por encima de lo que deberían estar?Estamos en un país absolutamente inestable, el único país de la región que no recibe inversiones extranjeras por la falta de seguridad jurídica, en ese contexto, la tasa de riesgo es necesariamente altaEl consumo hoy ¿se financia mayormente con tarjetas de crédito?En gran medida sí, es muy práctico para los usuarios de las tarjetas y hay muchas ofertas por las cuotas. Pero la gente debería comparar siempre el precio de contado con el precio financiado, para analizar el costo financiero total que soporta.Piden “universalización”Miguel Calvete, director Ejecutivo de la Federación de Supermercados y Asociaciones chinas de la República Argentina, afirmó que no desestiman “la implementación del nuevo medio de pago para que los clientes puedan hacer compras con una comisión de sólo el 1%”, pero aseguró que “aún resta saber cómo se instrumentará operativamente porque los autoservicios de proximidad no tienen la misma capacidad de inversión que los hipermercados”. Implementarla como se plantea “beneficia solo a las grandes bocas” y afirmó que “sería bueno universalizar la práctica con intervención directa del Estado”, dijo. Destacó además que la baja del 2% en las comisiones, así como se postula, “no se trasladará a los precios”. Datos de la SuperCardEn Misiones sólo hay dos hipermercados de cadenas nacionales e internacionales adheridos al acuerdo de precios de Guillermo Moreno: Chango Más y el Libertad. La tarjeta SuperCard será emitida por esas grandes cadenas de supermercados. La misma será reconocida como medio de pago por los supermercados emitentes. La emisión de la tarjeta no tendrá costo para el consumidor.Las cadenas de electrodomésticos y las de supermercados regionales irán adhiriendo al sistema progresivamente. El límite de compra establecido para la tarjeta será de $3.000 y de financiación de $1.000. La Tasa de interés a aplicar sobre el saldo a financiar será del 22% anual. La emisión de la nueva tarjeta deja sin vigencia a las preexistentes de cada cadena emitente. Convivirá con los medios de pago permitidos, hasta la fecha, por cada cadena y comercio. Durante la semana próxima será publicado en el Boletín Oficial el modelo de contrato de adhesión que cada consumidor deberá firmar.





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