PICADA INDUMAR, DOS DE MAYO (Sergio Alvez, enviado especial). Hoy se cumplen cinco años del día en que el joven agricultor, Mario Golemba, salió de su casa ubicada en Picada Indumam – a unos 10 kilómetros del centro de Dos de Mayo- para acudir a una consulta médica con una nutricionista en Oberá. Desde ese 27 de marzo de 2008, no se supo más de él, y las únicas personas que atestiguaron haberlo visto fueron tres sujetos privados de su libertad, que en sus coincidentes testimonios aseveraron que esa misma noche Mario ingresó esposado a la comisaría de Dos de Mayo- entonces a cargo de Ewaldo Katz- , donde afirman, fue salvajemente golpeado. El caso Golemba está en manos desde hace cinco años del Juzgado de Instrucción 1, de Oberá, a cargo de la jueza Alba Kunzmann de Gauchat. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN la familia Golemba denunció un abandono absoluto por parte del gobierno provincial y el municipio de Dos de Mayo. “A cinco años, lo único que podemos decir, es que no hubo ningún avance, todo se fue tapando, entre el sistema judicial y el gobierno, hubo una apuesta decidida por el olvido, nunca más se comunicaron con nosotros desde el gobierno, los mismos que nos prometieron contención, lo que nos prometieron que iban a hacer todo el esfuerzo que haga falta para esclarecer el caso, no movieron un dedo, estamos totalmente abandonados por el Estado y por una Justicia increíblemente lenta, que protege a los criminales y no a las víctimas” lamentó Antonio Golemba, padre de Mario, en la visita realizada por este Diario a su chacra. “Hay pruebas concretas que nuestra defensora solicitó, el careo entre los policías que actuaron esa noche en Dos de Mayo y los presos que afirman haber visto a Mario esa noche, ¿por qué no se hace ese careo?. Acá no se investiga nada, están tapando todo, no podemos quedarnos tranquilos sabiendo que la Justicia no está haciendo lo correcto” indicó don Golemba. Su referencia es para el relato de tres ciudadanos, quienes en persona, le relataron a don Antonio y su esposa Irma, los detalles de lo que pudieron ver esa noche. Estos testimonios, también constan en el expediente de la causa, aunque inexplicablemente aún no se ordenó el careo necesario para contrastar los dichos de estos testigos con los del personal actuante esa noche en la comisaría, policías que fueron en su totalidad e insólitamente trasladados por orden del Ministro de Gobierno Jorge Franco, situación que la familia considera, una clara maniobra de protección e impunidad. Irma, la madre de Mario, se pregunta: “¿por qué no investigan como corresponde? Cuando hablamos con los presos nos dio la sensación de que decían la verdad porque ellos utilizaron hasta términos muy propios de Mario. Estamos destrozados, hemos salido adelante sólo por nuestra fe en Dios, por nuestros otros hijos, pero la angustia de no saber qué pasó con nuestro Mario es algo que nos persigue día a día”. (Continúa en página 42)(Viene de página 41)“El Gobierno nos dio la espalda totalmente”Imposible resulta, para la familia Golemba, olvidar las promesas que los funcionarios provinciales les hicieron durante los primeros días de la desaparición de Mario, promesas que se evaporaron para convertirse en silencio e indiferencia, una vez que el testimonio de los testigos involucraba a la institución policial. “Lo de Franco (Ministro de Gobierno) fue de una hipocresía absoluta. Al principio nos dijo que nos quedemos tranquilos, que ellos iban a agotar todas las instancias y que nos iban a acompañar y dar contención hasta que se resuelva el caso. Pero cuando hablaron los testigos, no nos atendió nunca más el teléfono y mandó a trasladar a los policías de Dos de Mayo. Después lo vi en Puerto Iguazú, en un Foro de Seguridad en el cual le hablaba las maravillas de la seguridad en Misiones. No pude verle la cara, hay demasiada hipocresía en este funcionario, que nos mintió siempre”. Don Golemba también recordó que al propio Gobernador de la provincia, le pidieron una mano que jamás llegó. “El gobernador Closs debe acordarse muy bien, porque era el día de su cumpleaños, y él vino con toda la comitiva a una inauguración aquí en Indumar, entonces en mano le entregué una carta, donde le pedía por favor que nos ayude con diez mil pesos para poder pagar a un investigador porque la Justicia no avanzaba y él me prometió que haría todo lo posible, que me llamaría. Sin embargo, nunca, nunca contestó, nunca me llamó. Quieren que se tape todo y se olvide, pero en la conciencia saben que durante su gobierno hay un desaparecido”. Las críticas de don Antonio también alcanzan a los organismo públicos de Derechos Humanos de Misiones. “Soria Vieta y Amelia Baez se llenan la boca hablando de Derechos Humanos, y en todos estos año no fueron capaces si quiera de pedir por Mario. Son cómplices en el silencio, cuando deberían ser los primeros que estén llevando esta causa. Se comprometieron a darle impulso a la causa, y nunca hicieron nada”, puntualizó. Misterio y angustiaMario Fabián Golemba nació el 10 de febrero de 1981 en el hospital de Dos de Mayo. Cursó sus estudios primarios en la escuela 438, de Picada Indumar y la secundaria en el Bachillertato 7 de Dos de Mayo, donde fue electo mejor compañero durante dos años. Desde joven, ayudaba a sus padres en la chacra, había realizado un estanque para pesca, y trabajó en un aserradero y en la cooperativa de Yerba Mate de Picada Indumar. Era presidente de la Juventud de la Iglesia de Dios, donde además cantaba en el coro. Tenía 27 años cuando desapareció, hace exactamente cinco años. Salió de su casa en la Picada Indumar hacia Oberá para concurrir a un turno médico. Consulta a la que asistió y el último mensaje enviado a sus familiares y a su novia fue que debía esperar para realizar otra consulta más y volvería. Pero eso nunca ocurrió. Desapareció y hasta la fecha nada se sabe de su paradero o condición.





Discussion about this post