Con repetidos gestos, el Papa Francisco insiste en dar muestras de austeridad y de una renovada opción por los pobres desde el centro neurálgico de la Iglesia Católica en Roma, respondiendo a las fuertes expectativas que creó la elección de un pontífice latinoamericano, portador, además, de una mirada reticente sobre la ostentación de riquezas y el escaso ardor evangélico de la jerarquía eclesiástica.La historia del primer Papa no europeo de los tiempos modernos recién empieza a rodar, en un ambiente significativamente favorable que, por ahora, mantiene detrás del escenario a los integrantes más conservadores de la Curia romana, sobre quienes -tras la espectacular renuncia de Benedicto XVI- pesa la sospecha de haber conducido a la Iglesia a un callejón sin salida. El encuentro que protagonizaron el Sumo Pontífice y la presidenta Cristina Kirchner en la Santa Sede, en el marco de la asunción del Papa, mostró a ambos propiciando un acercamiento más que lógico en las circunstancias actuales, a pesar de los pasados desencuentros entre el entonces cardenal Jorge Bergoglio y el kirchnerismo, durante las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner. La sintonía permitió que Cristina, en su primera entrevista, planteara al Papa la necesidad de que intervenga en la disputa con Gran Bretaña por Malvinas, una causa que interesaría al pontífice. Quienes, desde uno y otro lado de la polarizada escena política local, apostaron por una suerte de guerra santa entre el nuevo jefe de la Iglesia Católica y la Presidenta, tuvieron que “recoger el hilo” ante la sinergia que emanó del encuentro, entre ellos algunos exponentes del kirchnerismo duro, como Luis D’ Elía y Hebe de Bonafini; en tanto que en el arco opositor más de uno vio desvanecerse la imagen de un Francisco justiciero cayendo con la cruz y la espada sobre el campamento kirchnerista.La celebración de la “Semana de la Memoria”, en tanto, que hace referencia al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y pone en el primer plano a la necesidad de continuar con el esclarecimiento de los crímenes cometidos durante la dictadura, dio lugar a que la propia Presidenta, quien tras el encuentro con el Papa tuvo claras muestras de identificación con su orientación evangélica, se expresara en un tono más que conciliador.En un mensaje a la unidad y al respeto de la diversidad, la mandataria exhortó a “no tener la soberbia de creer que nunca nos equivocamos”; y hasta aludió a la antinomia que se había alentado con el nuevo pontífice, al decir: “Hay algunos que quieren que nos peleemos: no les voy a dar el gusto, nos vamos a entender los argentinos de una buena vez por todas”.“Lo maravilloso -agregó- es reconocerse en la diferencia porque Dios nos hizo a su imagen y semejanza pero nos hizo a todos diferentes. Esto es la condición humana, la diversidad, la aceptación de esa diversidad y esa pluralidad”, enfatizó. La divulgación de que Francisco habría decidido avanzar con la beatificación de dos religiosos asesinados brutalmente en 1976, por su lado, mostró una nueva tesitura en la mirada de la Iglesia sobre el asesinato del obispo Angelelli, con quien estaban relacionados los sacerdotes que entrarían en proceso de beatificación. Descenso aceleradoVolviendo a la vida terrenal, el escenario político se vio impactado por la suba del dólar paralelo, que el miércoles alcanzó una cotización récord de $8,75; abriendo una alarmante diferencia de 71,5% respecto al precio oficial de la divisa; aunque la intervención del Gobierno -según se dijo por una llamada telefónica a las entidades del rubro de parte del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno- logró que al otro día baje a 8,45 pesos. Desde el gobierno minimizaron el poder desestabilizador del “Blue” ; fundamentándose en el reducido mercado que opera con esa divisa, que según la visión oficial sube por motivos, e intereses, netamente especulativos, en este caso presionando una devaluación en las vísperas del inicio de la cosecha de soja. Del otro lado, economistas de la oposición insisten en que la suba refleja los efectos malignos del llamado cepo cambiario y de las crecientes restricciones que impone la Afip; además de otras medidas del gobierno que embisten contra la tradicional propensión argentina al ahorro en dólares. Las declaraciones de voceros del gobierno en el sentido de que se continuará incentivando el consumo (en otra palabras no se tocará el tipo de cambio): no impidieron que el miércoles la Presidenta convocara de urgencia a una reunión de los principales integrantes del equipo económico en Olivos. El cónclave, con la presencia de la titular del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, dejó en claro que-aunque de eso no se habla- las presiones sobre el tipo de cambio preocupan al Gobierno. De memoria La Semana de la Memoria, a 37 años del golpe de Estado, también se reflejó en actos realizados por el Gobierno misionero, entre ellos el retiro de una placa alusiva al dictador Reynaldo Bignone en la Expo Feria de Apóstoles; un homenaje a ex alumnos del Colegio Roque González que fueron víctimas de la dictadura; y la decisión de colocar una placa en la Jefatura de Policía señalándola como el mayor centro clandestino de detención que funcionó en esa época en Misiones.A estos atinados actos simbólicos que colaboran para el afianzamiento de la democracia, se agregó un decreto del gobernador Closs que ordena retirar de las reparticiones públicas a todo reconocimiento a personas que tuvieron cargos durante las dictaduras. La generalidad de la disposición y las dificultades que plantea en la definición de los casos puntuales en que corresponda aplicarla, generan dudas sobre este decreto que pareciera fruto de la precipitación.Las condenas judiciales a represores, tras la reapertura de los juicios, fue un logro indudable de la política de Derechos Humanos del actual gobierno, pero ello no avala el sesgo de apropiación político-partidaria, en muchos casos. Señas de identidadEn los corrillos políticos, la dirigencia oficialista se apresta a pasar un largo y tensionado feriado de Semana Santa, debido al silencio que rodea a la determinación de las listas de candidatos, respecto a las cuales Rovira mantiene un cerrado hermetismo que subraya la “inflación de expectativas” que se viene dando desde hace un tiempo en el aparato político oficialista, donde la cantidad de cargos no da abasto, mientras las aspiraciones de la dirigencia crecen exponencialmente. Entre los pocos nombres que suenan para la lista de candidatos provinciales de la renovación está el de Norberto Aguirr
e. ¿Será testimonial?, es la gran pregunta que no saben responder quienes difunden la versión. Por otra parte, trascendió esta semana que a cambio de la luz verde cristinista para que las elecciones provinciales vayan despegadas de las nacionales, referentes del kirchnerismo le habrían pedido de manera terminante a Closs que los tres legisladores electos por la provincia deben responder al oficialismo nacional.Aguas agitadasLas recientes internas de la UCR misionera se empantanaron en una nueva judicialización, iniciada con una denuncia temprana de María Losada y luego sostenida por el navarrismo, que llevó a Hugo Escalada como principal candidato; y que fue a la Justicia invocando no sólo una maniobra fraudulenta apañada por el presidente partidario, Hernán Damiani, sino una afrenta al sentido común: en una de las mesas que aprobó la Junta Electoral a pesar de las denuncias por irregularidades se emitieron teóricamente 670 votos -la gran mayoría a favor de una de las listas- en el término de 10 horas de votación. ¡ Lo que significa que cada votante empleó no más de 50 segundos en votar!Las internas, de cualquier modo, caerían por otro detalle curioso, que el presidente Damiani pese a contar con una evidente simpatía en la Junta Electoral, se olvidó de que como las internas se rigen por la legislación electoral provincial, se debería haber informado de su realización a la Justicia Electoral provincial, cosa que -curiosamente en políticos con vasta experiencia internista- no se hizo.Fiasco para el clossismo, que había aspirado a que una gallarda interna del radicalismo le dejaría a mano un partido con autoestima recuperada, capaz de ser usado en unas elecciones que, para el Frente Renovador, sienten anticipadamente el peso de la estadía en el poder y las tensiones acumuladas pendientes de definición. El rovirismo apuntaría a una excursión con semejantes propósitos en el PJ, aunque en un escenario distinto, dado el cerrojo que le puso “Juanchi” Irrazábal, obedeciendo a la consigna nacional K, al sello partidario. El sector que encabeza Benigno Gómez, buscaría participar en las elecciones de junio, a fin de sentar presencia en la escena. En el Partido de la Concordia Social, en tanto, intentan remar hacia una fumata blanca definitiva entre clossistas y roviristas que no parece del todo fácil. En un contexto de proliferación de agrupaciones, o sellos, que en muchos casos no son más que fantasías dirigenciales, muchos se preguntan si estos excesos propios de la era de expansión renovadora no se convertirán en un lastre imposible de cargar de aquí en adelante.





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