¿Existe compromiso en la Justicia para resolver los casos pendientes de enjuiciamiento por delitos de lesa humanidad?Indudablemente lo que existe, es una política de Estado que apunta a la revalorización de los derechos humanos y a la búsqueda de justicia en causas por delitos de lesa humanidad, y esta política de Estado decidió correr la alfombra y sacar todo lo que se escondió abajo, justamente para que por las vías constitucionales se castigue a los culpables. Juicio y castigo para respetar la memoria, porque es indudable que de otra manera no sanan las heridas y es imposible reconstruir calidad democrática por encima del dolor de miles. Lo que también hay, y es imposible negarlo, es un problema estructural de la justicia que viene de arrastre y que influye a veces en la celeridad para las causas en trámite. Igualmente no se puede dejar de reconocer los esfuerzos de muchos operadores judiciales que tienen que lidiar con cuestiones muy complejas, porque los que torturaron y mataron viven entre nosotros, son nuestros vecinos, nuestros contemporáneos, es decir que no están juzgando el pasado sino a gente de carne y hueso que contó hasta ahora con la complicidad y el silencio de muchos. Pese a toda esta trama compleja los juicios avanzan y el compromiso del Estado, a través de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, sigue firme. En las FFAA y de Seguridad: ¿hay otro perfil de efectivos ante la sociedad?Debería haber otro perfil. Por eso apuntamos a reforzar la conciencia democrática y de derechos humanos al momento de la formación de los efectivos. Nunca es bueno generalizar pero tampoco es sano ignorar los síntomas, y los casos de abuso policial y de torturas son de hecho un síntoma de que en algo estamos fallando, de que hay que buscarle de inmediato una vuelta de rosca a la formación y a la selección de quienes largamos a la calle con un arma en la mano y de que no se puede mirar para el costado ni ser tibio con esto. También vemos que hay sectores de nuestra comunidad que no siempre rechazan este tipo de prácticas, es decir que en una democracia que ya lleva tres décadas, todavía nos queda mucho trabajo por delante. En materia de DDHH: ¿tenemos una memoria “selectiva” frente a hechos más recientes?Creo que aspiramos a que no exista tal memoria selectiva, por eso –y hablo en relación a las directivas que recibo desde la Secretaría de DDHH de la Nación- intervenimos tanto en los juicios de lesa humanidad como en los casos actuales de apremios, secuestros y torturas ocurridos en relación a detenciones, operativos y en dependencias policiales. Trabajamos de igual manera en establecimientos penitenciarios y con campañas de concientización que abarcan todo el país; el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, nos instruye permanentemente en esta tarea de visibilizar la violencia –Institucional -perpetrada por las fuerzas de seguridad en cárceles, comisarías y detenciones. Argentina será sede del Congreso Internacional contra la Tortura el 6 y 7 de junio en la Biblioteca Nacional, y vendrán expertos nacionales e internacionales como el Relator Especial sobre Tortura de Naciones Unidas, Juan Méndez. ¿Falta compromiso del Estado frente a desapariciones en plena democracia? (Golemba en Misiones, María Cash, Marita Verón, Julio López, etc)Lo que vemos es que hay prácticas que persisten y estamentos que utilizan estas prácticas y que son los rezagos de los años de dictadura.Hacer desaparecer a una persona requiere de un engranaje mafioso y de muchas complicidades, y por eso la lucha es tan fuerte contra esos rezagos que hoy se diversificaron y actúan en redes de trata, por ejemplo. Las fuerzas represivas argentinas y latinoamericanas fueron formadas para reprimir y esa formación es la que tiene profundas revisiones pendientes. Y en esto también necesitamos un mea culpa de toda la comunidad, porque no se puede seguir justificando el silencio de los testigos, o el no te metás, o el “algo habrán hecho” o el reclamo de “mano dura” en los calabozos. ¿Hay otra reacción de la sociedad para colaborar en los casos? Hay un despertar y una conciencia distintas. No en todos, pero sí en una gran mayoría, y esto nos permitió reconstruir la historia que se devela en los juicios. Durante décadas taladraron la cabeza de la gente con esta idea del “subversivo”, del “guerrillero”, y pasó mucho hasta que la sociedad entendió que en realidad fueron, en su mayoría, jóvenes altruistas, comprometidos con los más humildes, con las luchas sociales, con la idea de un país más justo, que fueron los hijos de alguien, los sobrinos y los nietos de alguien que hoy sufre, que fueron amigos y vecinos y que incluso fueron padres y madres en plenas sesiones de tortura en las que además de robarles la vida, se robaban a sus hijos. Hoy esto se entiende, pero costó mucho. ¿Cuál es la materia pendiente en Memoria, Verdad y Justicia?La materia pendiente es que apliquemos lo aprendido en los años de plomo en el día a día de los argentinos. Y que lleguemos con los juicios a todos los responsables, desde los cabecillas hasta el último cabo que empuñó una picana. En Misiones, es necesario el dictado de la Ley de Creación del Mecanismo Provincial para la Prevención de la Tortura y otros Tratos y Penas Crueles, Inhumanos y/o Degradantes, como lo peticioné en forma pública en vuestro medio el día 15/7/2012 (junto con la marcación de la Jefatura de Policía – como la ESMA Misionera – hoy cumplido).





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