POSADAS. La causa que investiga el espeluznante homicidio del remisero Miguel Ángel Rojas podría arrojar novedades significativas en las próximas horas. Fuentes consultadas revelaron que hay indicios sólidos de la presunta vinculación del capo narco Slawimir Polus, recientemente procesado por la Justicia Federal de Eldorado en una causa de drogas, con el asesinato perpetrado el 24 de diciembre pasado en la comuna de Mado.La misma especie indicó que el ciudadano polaco, recluido en una prisión de máxima seguridad en la ciudad de Resistencia, menciona al remisero con nombre y apellido antes y después del crimen.El dato surgió de las intervenciones telefónicas que habría efectuado la Policía Federal al celular de Polus.En las mismas no sólo haría alusión al trabajador del volante asesinado el 24 de diciembre pasado, sino también a uno de los dos detenidos en averiguación del macabro episodio.“Ese forro se tiene que callar”, sería una de las frases que lanzó supuestamente en referencia a uno de los sospechosos, de nacionalidad paraguaya, privados de su libertad en el marco de la causa que investiga el juez de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, Juan Pablo Fernández Rissi.Como adelantó este diario en exclusiva, el magistrado remitió a la Justicia Federal un exhorto pidiendo colaboración en la causa Rojas y la remisión de las transcripciones de escuchas telefónicas en las que se haría referencia al remisero y a uno de los detenidos por su muerte.Fuentes de las pesquisas indicaron a PRIMERA EDICIÓN que el detalle de esas descripciones llegarían la semana próxima al despacho del juez Fernández Rissi.Allí serán analizadas en profundidad para determinar, en forma fehaciente, si tienen relación con la causa Rojas y cuál será el camino a seguir en ese sentido.Meses atrás este diario adelantó que en las conversaciones grabadas se mencionaba también a Rojas con el alias de “dedo cortado”, aunque no se pudo determinar la causa o explicación.Miguel Ángel Rojas desapareció el 24 de diciembre pasado. El último registro que se tuvo de él fue un supuesto viaje a Mado, por cuestiones de trabajo.Sin embargo, los investigadores están convencidos de que se trató de un engaño para conducirlo a la zona donde finalmente lo mataron en forma impiadosa.El cuerpo apareció cinco días después de la desaparición del trabajador del volante.Estaba atado a un pino en una zona inhóspita de Mado. Lo peor se conocería después, con la autopsia, que determinó que había sido torturado, empalado y castrado. Sin dudas, los sicarios querían que sufriera antes de morir. Tras las rejasLa causa Rojas tiene a dos sospechosos tras las rejas, ambos de nacionalidad paraguaya.Uno de ellos sería el hombre que mantuvo el último contacto telefónico con la víctima y contratado sus servicios. Por esta razón, los detectives creen que habría sido el entregador.No se sabe si a este hombre o al cómplice haría alusión Slawimir Polus en una comunicación telefónica grabada por la Policía Federal, en el marco de otra investigación por un caso de narcotráfico.Se sospecha que, para ese entonces, el ciudadano polaco ya estaba al tanto de que el sospechoso habría dicho a la Policía que un hombre lo fue a ver presentándose como “el abogado de El Francés”. De allí que en las escuchas Polus habría dicho “ese forro se tiene que callar”.La causa, por el momento, se encuentra en el Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, pero pertenece originalmente al 2 de Eldorado, que se encuentra sin juez, concluyó el portavoz consultado por este diario.





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