POSADAS. El director suplente por el sector de secaderos en el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Sergio Dellapierre, explicó las razones del por qué este eslabón de la cadena yerbatera, plantea que el kilo de canchada debe costar más de 10 pesos, a pesar del congelamiento de precios que impera por estos tiempos en todo el país como medida establecida por la Nación “para frenar la inflación”, y que todo apunta a que se extenderá hasta el mes de junio. Durante una entrevista con PRIMERA EDICIÓN afirmó además que la postura se mantendrá porque argumenta que el actual precio, es decir 6,90 pesos, laudado por la Nación hace dos temporadas ya no genera margen de ganancia al pequeño propietario, llevándolo a cerrar incluso el secadero, como fue ocurriendo en los últimos años con varios establecimientos pequeños. ¿Por qué Secaderos pide más de 10 pesos para el kilo de canchada?Desde mi asociación (Asociación de Secaderos del Alto Paraná) hemos pedido continuar con el pedido de aumento de la yerba canchada por una sencilla razón: hemos tenido aumento en los costos y, si no se lo traslada en el precio de la canchada, vamos a trabajar a pérdida. ¿Cuánto han planteado para ésta negociación aún frenada?Para que se pueda pagar a buen precio la hoja verde, y los secaderos puedan seguir trabajando con una buena rentabilidad, el precio del kilo de canchada se debe ubicar entre 10 y 11 pesos.No podemos olvidar que cuando se logró aquel laudo donde se fijó un aumento medianamente bueno para el sector, (6,90 pesos que fijó la Nación para aquella cosecha gruesa del 2012) se pudo trabajar. Luego la inflación fue erosionando ese margen que le quedaba a los secaderos y se “comió” toda la diferencia que se pudo lograr. De todas maneras, algunos secaderos de alto rendimiento pueden seguir trabajando con una canchada a menos de 8 pesos, pero la mayoría de los medianos y chicos no lo pueden hacer. Quizás algunos establecimientos muy grandes de empresas líderes no estén teniendo problemas con la canchada. Pero no así los más pequeños, que tienen un costo más alto de elaboración y este número actual ya no cierra. A ninguno les cierra y esto se puede comprobar con los cierres que se van concretando en los últimos meses y es para lamentar porque también se cierran puertas de mucha mano de obra para el sector.Nación no fijó el precio para el sector, en este último laudo…El último precio nunca se fijó y muchos secaderos están “pataleando” y van desapareciendo lentamente porque ya no les cierran los números. Si ahora tienen que pagar un mayor valor de hoja verde, no lo pueden trasladar al precio de la canchada, directamente no quieren seguir trabajando porque no les sirve.Ante esta situación mi posición personal -que incluso planteé en el Directorio cuando fui titular la semana pasada por una reunión- es: ¿no es el momento de suspender las sesiones de precios hasta que el Gobierno nacional con su política de congelamiento de precios termine de acomodar la situación?Acá no tiene sentido seguir con las sesiones cuando hay un congelamiento. Nos quedan dos salidas: esperar a que se levante la medida -lo cual también es una locura porque no se puede esperar tanto tiempo para subir los precios de los secaderos-; y la otra es negociar políticamente en Buenos Aires, así como lo hizo el Instituto, que invitó a diputados y senadores de la región productiva demostrando que quiere sensibilizar a los estamentos nacionales de que no se puede seguir trabajando con este sistema.La propuesta es darnos tiempo, suspender la negociación de precios, ir a negociar a Buenos Aires para que nos permitan trasladar determinado aumento a las góndolas y a partir de ahí fijar los precios. Sino es algo inútil sentarnos en la mesa del INYM porque no va a haber acuerdo.¿Qué pasará el 28 de marzo, cuando vuelvan a reunirse?Acá, si no hay condiciones, no se puede hacer nada. Por eso será muy importante la decisión que tomará el INYM el 28, cuando los doce directores se sienten nuevamente en el contexto de la sesión especial de precios.





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