POSADAS. En diferentes barrios de la ciudad, los usuarios multiplican sus quejas por las abultadas sumas que la empresa Electricidad de Misiones SA (Emsa) les envió en las facturas del monopólico y deficitario servicio. En la mayoría de los casos, encontraron que la toma de estado de los medidores supera los treinta días de consumo, llegando en ciertos hogares a cuarenta días de facturación. La maniobra perjudica a los usuarios: suben de categoría y el precio de la energía se eleva en consecuencia, como los cargos fijos que aplica el Gobierno provincial y a la par los impuestos que se deducen del monto de la facturación.Se espera para hoy que muchos acudan a la empresa buscando una explicación y una solución, ya que febrero se destacó por ser un mes de menos temperaturas elevadas y por tener 28 días. Sin embargo, hay usuarios que expresaron haber tenido un 100% de mayor consumo.De no obtener respuestas, anticiparon que irán a Defensa del Consumidor, donde esperan que se haga cumplir la ley que los ampara.En las redes sociales, utilizando epítetos subidos de tono, los usuarios molestos y sorprendidos con la llegada de las caras facturas de energía, comparten su bronca con los datos de los últimos meses de gastos. “De 150 pesos pasé a 350 pesos y ahora me vinieron 419 pesos con cuarenta días de facturación” expresó Sonia -vecina de Itaembé Miní- en el muro de su Facebook, ante lo cual sus amigas, reflejaron facturas superiores a los 500 pesos.“Es que hay que comprar los huevos para las Pascuas”, ironizó un antiguo empleado de Emsa.Facturas impagablesJosé Luis Osorio vive en un barrio del Iprodha a la salida de la ciudad de Posadas. Indignado, contó a PRIMERA EDICIÓN su caso. Recordó el Reglamento General del Servicio Eléctrico, en el punto 5.1 indica: “La facturación de la energía eléctrica será por períodos de facturación independientemente del mes calendario y podrá incluir treinta días. En razón de que la toma de lectura se efectúa en forma individual y manual, estos treinta días establecidos para cada período son tentativos y podrán variar en más o menos un 20% por razones climáticas, feriados o de fuerza mayor perfectamente justificables”.Explicó que “de acuerdo al Reglamento pueden tomar entre 24 a 36 días. En mi barrio llegaron facturas como la mía con 39 días. Es decir, un 30% más. Hay otros barrios donde llegaron con cuarenta días. Da la casualidad que ocurre en el momento donde más se consume como el verano. El 30% más en días con una tarifa que no es plana (cuanto más consumís más caro sale el kilovatio), por lo cual las facturas se abultan mucho más. Al subir el precio del kw, aumentan los impuestos y otros ítems por lo cual sube un 40% más el valor real de la factura por un consumo de treinta días”, advirtió.Dijo que “hay vecinos que tienen 32 días de toma, es algo selectivo donde a algunos les cobran más y a otros menos”.Reveló que “hay gente a la que le vino más de doble de la factura de lo que normalmente paga” y sumó a las quejas el tiempo de entrega de las facturas con la fecha de vencimiento cada vez más cercana.Determinadas situaciones“Hay gente que tiene jubilación mínima, que de por sí es baja y le vino el doble. Es impagable para esa gente”, aseguró Osorio quien anticipó que presentará su reclamo a Emsa o bien a Defensa del Consumidor. “La gente debe reclamar y pedir que se cumpla el reglamento y que baje un 30% al solicitar que se facture por los treinta días. Con los aumentos del Iprodha en este año electoral, pareciera que hay interés en recaudar para los tiempos de campaña”, opinó.





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