A la voz de “¡A la una, a las dos , a las tres…!”, un libro nuevo

POSADAS. Antes de que el temporal se aposentara en esta ciudad, el Día de la Mujer, en el Salón Mayor del Palacio del Mate se realizó la presentación del libro que en conjunto publicaron Elsa Fabiana Cantero, Susana Ramírez Barrios y Myrtha Magdalena  Moreno. Una obra de contenido variado (cuentos, poemas, anécdotas), cuyas autoras están unidas por la condición de docentes de las tres. Esta común actividad, unida a una larga amistad y a la preferencia de todas por la escritura testimonial o literaria, fue el factor preponderante que las hace confluir a una edición muy reciente y cuyo nombre “A la una, A las dos … A las tres” pero utilizando letras manuscrita (como las que usan en el pizarrón las maestras).  La convocatoria en la tradicional sala posadeña de calle Rivadavia  fue nutrida, contándose entre el público a ex funcionarios del ámbito educacional, escritores, periodistas, editores amén de familiares y amigos de las escritoras. Abrió el acto el editor del volumen (Luis Angel Larraburu), quien con breves palabras de introducción remitió a los presentes al libro,  “como decíamos cuando éramos chicos  “A la una, a las dos y a las tres…” y cedió el micrófono al titular de la Sociedad Argentina de Escritores seccional Misiones, Aníbal Silvero, quien se extendió en una explicación de las particularidades del número tres, párrafos con cierto humor  que distendieron al público que ya pensaba encontrarse con la solemnidad de algunas presentaciones de libros que aún se hacen en la provincia. Así comenzaron  (“A la una…), Canteros; (“A las dos… Ramírez Barrios) y (a las tres, Moreno)., es obvio que cada una se refirió a su participación en el libro, al espacio que ocupa en él y leyó alguno de los textos de su autoría, lo que no habremos de rescatar aquí, pero sí se podrá leer en sucesivas entregas de nuestros suplementos culturales.Finalizada la participación de las autoras, la mezzosoprano Marina Moreno, entregó algunas canciones que fueron muy aplaudidas (y con justicia) y luego se efectuó un sorteo de regalos para la mujeres presentes.  Tras un brindis, por la obra, por las autoras y por el Día de la Mujer, cerró el acto ; para muchos este encuentro reabrió las puertas de una sala muy cara en el afecto de los escritores locales y resurgió la esperanza de que reuniones de la misma naturaleza se realicen muy pronto y con asiduidad.