CIUDAD DEL VATICANO, Santa Sede (Agencias y diarios digitales). El Papa Francisco se reunió ayer en el Palacio Apostólico del Vaticano con los todos los cardenales y les pidió no caer “nunca en el pesimismo” y encontrar todos los días la valentía de llevar el Evangelio a todos los rincones de la tierra”.“No cedamos nunca al pesimismo ni a la amargura que el diablo nos ofrece cada día”, declaró el nuevo Pontífice, el argentino Jorge Bergoglio, primer latinoamericano en ocupar ese lugar.Francisco -que porta la cruz pectoral que siempre ha llevado, plateada, y no la tradicional cruz de oro de los pontífices- rindió homenaje a su predecesor Benedicto XVI, calificando su renuncia como un “gesto valiente y humilde”.“Dedico un pensamiento lleno de afecto y profunda gratitud” a Benedicto XVI, quien fue un intérprete “humilde y paciente” de su ministerio, “un patrimonio espiritual para todos”, dijo.El cardenal Ángel Sodano, en nombre de los purpurados, le dio la bienvenida. En su saludo al Papa, le expresó “gratitud por haber aceptado la invitación del Señor” para asumir el Pontificado. “Sepa -agregó- que todos nosotros, sus cardenales, nos sentiremos a su completa disposición”. A lo que Francisco respondió: “Valor, hermanos. Probablemente la mitad de nosotros está en la vejez. Y la vejez , se dice, es la sede la sabiduría de la vida. Los viejos tienen la sabiduría que les da el haber caminado mucho. Como los ancianos Simeón y Ana en el templo cuya sabiduría les hizo reconocer a Jesús. Demos esta sabiduría a los jóvenes: como el buen vino, que con los años se vuelve todavía mejor: demos a los jóvenes la sabiduría de la vida”.En tanto, el Papa argentino visitó ayer en una clínica romana a su compatriota cardenal Jorge Mejía, de noventa años, quien sufrió el miércoles un infarto. La visita papal al archivista y bibliotecario emérito de la Santa Romana Iglesia, conocido por su erudición, recuerda aquella celebrada por Juan Pablo II hace 35 años, el día después de su elección en 1978, al cardenal polaco Andrzej Maria Deskur al hospital romano Gemelli.Francisco recibirá hoy en audiencia a más de cinco mil periodistas de todo el mundo que cubrieron el cónclave, y podría dirigir unas palabras pero no será conferencia de prensa, aclaró ayer el vocero vaticano Federico Lombardi.“Un encuentro con la prensa al comienzo del pontificado es una tradición, lo hizo Juan Pablo II y Benedicto XVI, y el papa Francisco recibió bien la propuesta de hacerlo”, explicó Lombardi en la conferencia de prensa ofrecida ayer en la Sala Paulo VI de la Santa Sede.El Reino Unido se hace notarPor otra parte el primer ministro británico, David Cameron, advirtió ayer al nuevo Papa que “la fumata blanca sobre las Malvinas ha sido muy clara” y “esta elección debe respetarla todo el mundo”, en referencia al reciente referéndum sobre el futuro de las islas, que reclama Argentina. Durante una rueda de prensa, Cameron respondió así a si estaba de acuerdo con unas declaraciones del entonces cardenal argentino en 2011 reinvidicando la soberanía argentina de las islas. “Las Malvinas son nuestras”, aseguró el nuevo Papa en 2011.“No estoy de acuerdo con él, con respeto obviamente”, aseguró Cameron, recordando el reciente referéndum en la isla a favor de seguir perteneciendo a Reino Unido.Dicho referéndum fue calificado de “parodia” por la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. El Vaticano salió a desligar al Papa de la última dictadura argentinaEl vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi, tildó de “calumniosas y difamatorias” a las denuncias contra el Papa Francisco por su rol durante la última dictadura militar.“La matriz anticlerical de esas campañas son conocidas”, señaló Lombardi en declaraciones a la agencia AFP.El periodista del diario Página 12, Horacio Verbitsky, publicó el jueves: “Al declarar por escrito en la causa de la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada), por el secuestro de Yorio y del también jesuita Francisco Jalics, Bergoglio dijo que en el archivo episcopal no había documentos sobre los detenidos-desaparecidos. Pero quien lo sucedió, su actual presidente, José Arancedo, envió a la jueza Martina Forns copia del documento sobre la reunión del dictador Videla con los obispos Raúl Primatesta, Juan Aramburu y Vicente Zazpe, en la que hablaron con extraordinaria franqueza sobre decir o no decir que los detenidos-desaparecidos habían sido asesinados, porque Videla quería proteger a quienes los mataron”, escribió.Horas después el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel aseguró que “no hay ningún vínculo que lo relacione con la dictadura. Hubo obispos que fueron cómplices, pero Bergoglio no”.Y ayer fue el turno del Vaticano que se encargó de desvincular al Sumo Pontífice de los episodios vividos en el país durante la década del 70. “No ha habido nunca una acusación concreta y creíble en su contra (…) nunca ha sido imputado de nada”, aseguró Lombardi.“Son hechos antiguos, no probados y a la vez con una fuerte carga ideológica”, aseguró en rueda de prensa ante miles de cronistas de todo el mundo acreditados ante la Santa Sede.El padre José María Gil Tamayo, de la oficina de prensa del Vaticano, asegura que “la campaña contra Bergoglio es conocida y se refiere a hechos de hace muchos años; ha sido promovida desde una publicación especializada en una campaña con un cariz calumniosas y difamatorias”.“El origen anticlerical de esta campaña y otras acusaciones contra Bergoglio es muy conocido y notorio; la acusación se refiere al tiempo en que Bergoglio no era todavía Obispo sino Provincial de los jesuitas en la Argentina y a dos sacerdotes jesuitas que habían sido secuestrados y a los que según la acusación no habría protegido o defendido suficientemente”, agrega el texto oficial.“Él ha negado de forma documentada, con pruebas, todas las acusaciones; existen en cambio muchas declaraciones que demuestran cuánto Bergoglio ha hecho para proteger a muchas personas en el tiempo de la dictadura militar en la Argentina”, añade.Lombardi agregó que Bergoglio “hizo mucho para proteger a las personas durante la dictadura” y una vez nombrado arzobispo de Buenos Aires “pidió perdón en nombre de la Iglesia por
no haber hecho bastante durante el período de la dictadura”. ReconciliadoFrancisco Jalics, uno de los dos jesuitas secuestrados durante la dictadura militar argentina, se reconcilió con el actual papa Jorge Bergoglio hace tiempo, según un escrito suyo distribuido ayer por la orden alemana de jesuitas en Múnich. El propio Jalics reconoce que no fue hasta años después de su liberación y de haber dejado Argentina cuando habló sobre lo sucedido con el arzobispo de Buenos Aires. “Después celebramos juntos una misa y nos abrazamos solemnemente. Yo me he reconciliado con lo sucedido y considero, por lo menos por mi parte, el asunto cerrado”, aseguró sobre su secuestro durante la dictadura militar en 1976.





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