POSADAS. “Lo conocí a Bergoglio (Jorge) del año 82 en adelante, fui más que alumno su discípulo, porque yo estaba en la Compañía de Jesús, en el Noviciado de los Jesuitas, él estaba como rector del Colegio Máximo (en San Miguel, provincia de Buenos Aires), que sería la casa de formación mayor en el Julio Lago, ahí lo conocí, estaba como rector, donde también está la facultad de Filosofía y Teología. Todos teníamos en ese momento un director espiritual y confesor, y él era mi director espiritual con quien tenía una charla semanal de una hora durante tres años. A través de esas charlas se llega a una intimidad bastante profunda, aparte de la convivencia diaria en colegio de más de cien alumnos”, comenzó relatando Eduardo Antonio, sobre algunos aspectos de su vida que le tocó compartir cuando estudiaba bajo la tutela de quien hoy es el Papa Francisco I. Antonio es preceptor del colegio Roque González de Posadas, más precisamente jefe de disciplina, y PRIMERA EDICIÓN lo buscó para rescatar más detalles de cómo era Bergoglio en aquellos años.“Lo que recuerdo de él es que hoy se lo presenta como una persona humilde, austera, prudente, y así lo fue siempre, no es que se está queriendo vender una imagen, yo lo conocí así. Hoy es el Papa que sigue manteniendo esas características de aquél momento, cuando tenía cerca de cincuenta años y ya era un cura distinto, todavía no era ni obispo ni cardenal, pero sí distinto. Pasaron muchos años, yo no continué en la vida religiosa, pero en el contacto permanente, en sus mensajes, sus obras, el compartir muchos momentos me han marcado muchísimo, en especial esas charlas tan profundas y sencillas…”, indicó.También apunta que “hoy lo veo como que Bergoglio tiene la humildad del sabio, que en ese momento por ahí éramos más jovenes y sorprendía, pero sin dudas que fue adquiriendo una sabiduría mayor con el paso de los años. Siempre fue muy devoto de la Virgen, muy paternal, pero no débil, nunca lo fue, al contrario, siempre muy firme nos decía: ‘O trabajás o te vas’. Siempre tuvo un carácter fuerte y esa firmeza lo sigue manteniendo hoy día, quienes lo conocemos sabemos y vemos que cuando tiene que opinar sobre algo lo hace sin reparos, como por el tema de las leyes argentinas cuando opinó abiertamente en forma muy severa, nunca dijo: ‘bueno, vamos a ver…’. Para él no existen las medias tintas, sí es muy comprensivo y tolerante pero a la vez exigente, porque podía llegar a decirte: ‘en esta te tolero, te comprendo, pero tenés que cambiar’, eso lo marcaba siempre”.“Era difícil imaginarlo como Papa”Eduardo Antonio llegó a Posadas en el 87 y en el 90 se sumó al Roque González donde se siente muy querido y cómodo en su función. “En lo cotidiano tengo su imagen (de Bergoglio) en ese colegio, que es una comunidad muy grande de más de cien estudiantes, todos internos, con el hombro lleno de sábanas porque él recogía las sábanas del tendedero, colaboraba con la cocina porque le gustaba mucho cocinar, no tenía la imagen de la eminencia del señor rector de una escuela tan grande sino, por aquellos años, de un cura distinto. En esos tiempos no se podía imaginar que podía llegar a ser lo que hoy es porque los jesuitas no aspiran a cargos dentro de la iglesia, es más lo rechazan o renuncian, sí se lo veía como alguien muy fuerte dentro de la Compañía de Jesús, de hecho había sido provincial, que vendría a ser el superior de una comunidad de un determinado país, también rector del Colegio Máximo, un cargo grande, porque es una de las casas de formación más importante, había sido maestro novicio…”, destacó. Por otro lado, Antonio señaló que “grandes personas, siempre hablando de los jesuíticas que hoy están dentro de la Iglesia, han sido formados por él (Bergoglio), como monseñor Salaberry, monseñor Lugones, Diego Fares, entre otros, gente que ha formado y muy bien, con esa característica de compromiso, sacrificio, trabajo y de silencio”. Entre las particularidades que apuntó Antonio sobre Bergoglio es la que se vio cuando salió al balcón: “primero vos rezá por mí, eso es algo muy suyo. Incluso el padre Juan (Rajimón) estuvo por Buenos Aires hace poco tiempo con él y me mandó una notita en la que me manifestaba: ‘sigo confiando en tus oraciones’, me lo decía a mí, lo que sin dudas marca su humildad, fue algo característico desde que era cura”.Mucha emoción“La designación de Bergoglio como Papa en sí me generó mucha emoción por el hecho de que es una persona con la que compartí muchas cosas en la misma comunidad en una etapa de mi vida, de comer un asado, trabajar con los animales, carnear un cerdo juntos. Entonces verlo ahí es muy lindo… sentí tantas cosas como cristiano, de renovarme en las prácticas cristianas, de asumir un compromiso tan grande, pasa por una cuestión muy espiritual también no solamente con el hecho de decir yo lo conozco al Papa. Para una Argentina tan dividida creo que también va a ser muy positivo. Así como en su momento fue un cura distinto, considero que lo será en esta nueva función”, resaltó Antonio.Por último Antonio siguió ejemplificando, tratando de describir de la mejor manera a Bergoglio. “Siempre estuvo con la gente, por una opción por la pobreza pero no mentirosa, de movilizarse en colectivo, en subte, si había problemas en la plaza salía de la curia e iba y estaba con la gente”, concluyó. “La gran novedad será una mayor apertura”“La elección de Bergoglio como Papa es un signo, porque no han buscado una persona de Brasil, que se destaca por la teoría de la liberación, de gran apertura, tampoco un conservador europeo o asiático. El mensaje es muy claro, los cardenales y también el camino de Dios, allí actuó el Espíritu Santo no la planificación humana. Es el mejor candidato por lo que puede llegar a aportar a la Iglesia”, señaló el rector del Instituto Roque González, el padre Juan Rajimón.Sobre cuál sería el cambio más significativo que podría darse en la Iglesia a partir del nuevo Papa, Rajimón opinó que “es muy dif&a
mp;iacute;cil predecirlo porque antes que nada hay una gran estructura detrás, no se puede cambiar todo de un momento para el otro, tampoco la Iglesia está haciendo mal las cosas, está en un buen camino, obviamente que se necesita una cierta actualización, organización y la gran novedad creo que será la apertura que se viene, un mayor diálogo, apertura a otras religiones y a lo que requiere la sociedad de hoy”. Para Rajimón, la personalidad de Bergoglio, para quien “no existen medias tintas será fundamental y además habrá una marcada opción por los pobres. Es un hombre abierto y a la vez bien firme en los valores y principios de lo que es una estructura religiosa de fe, no tan suelto. Es sencillo, pero abierto a las novedades del mundo y en ese sentido una persona muy equilibrada, con mucha sabiduría y experiencia, que puede generar cambios importantes en la Iglesia”. También Rajimón recordó como conoció a Bergoglio. “Fue pura casualidad, porque yo estaba en un retiro espiritual en Buenos Aires y me enteré que él estaba allí, era un encuentro ecuménico y con pastores, yo quería saludarlo porque sabía que era amigo de Antonio (Eduardo), lo busqué y estaba sentado cerca mío. Lo saludé en esa ocasión y descubrí un hombre muy fraterno sin ningún protocolo, me encantó eso, la sencillez y la profundidad de valores que profesa”, destacó.





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