PUERTO IGUAZÚ. Una aberrante historia se conoció ayer en esta ciudad, luego de que una mujer denunciara ante la Policía que fue golpeada y violada por su propio hijo, de 15 años, quien la habría sometido junto a otros cuatro amigos adolescentes.El impactante episodio habría ocurrido el último martes por la noche en una vivienda del barrio 25 de Mayo de Puerto Iguazú, hasta donde efectivos de la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional V arribaron una vez que se conoció el caso.Al cierre de esta edición, efectivos de esa dependencia y de las comisarías de la zona buscaban intensamente al grupo de menores de edad, quienes se dieron a la fuga y cuyo paradero era un verdadero misterio.Sobre los adolescentes recae la sospecha del hecho de abuso y, además, el robo de un teléfono celular y de alrededor de 950 pesos en efectivo que la víctima tenía en su casa.Sin escrúpulosEl hecho, tan insólito como lamentable e inexplicable, comenzó a gestarse alrededor de las 20 del martes en un inmueble del populoso barrio 25 de Mayo.Según le relató la víctima a la guardia policial, a esa hora llegó a su casa su hijo de 15 años acompañado de otros cuatro menores de edad, quienes ingresaron violentamente al lugar.Al parecer, en ese momento la denunciante fue golpeada violentamente por su propio hijo, en una condenable actitud que minutos más tarde pasaría a un segundo plano ante el salvajismo y la degeneración que la misma le atribuye al grupo.La golpiza fue sólo el inicio de la depravación. La pesadilla para la mujer se transformó en realidad una vez que, inconsciente, fue presumiblemente sometida por los adolescentes.A esa conclusión arribó minutos después, cuando despertó y descubrió que tenía el pantalón de vaquero a la altura de las rodillas y estaba semidesnuda: a un costado, sobre la cama, encontró el resto de las prendas de vestir y la ropa interior que utilizaba.Claro que esos no fueron los únicos indicios de una violación. Apenas despertó, la mujer sintió fuertes dolores en todo el cuerpo, principalmente en la zona íntima. Entonces, comenzó a recordar como en sueño -aunque en realidad fue una pesadilla- parte de los abusos de los que fue víctima.Una vez que logró recuperarse físicamente, todavía en estado de shock, se dirigió a avenida Las Calandrias y calle El Halcón, donde está emplazada la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional V de Puerto Iguazú. En la guardia, las uniformadas de turno no podían creer lo que escuchaban.Como si los abusos no hubiesen sido suficientes, la madre agregó en la denuncia que el grupo de depravados comandado por su hijo le robó unos 950 pesos en efectivo y el teléfono celular.El examen realizado en el lugar por el médico policial de turno reveló lesiones y escoriaciones en distintas partes del cuerpo, aunque con mayor presencia en la espalda y en ambas rodillas, dato que podría confirmar la veracidad de lo denunciado. El profesional de la salud constató además que la mujer presentaba sonrrojamiento en sectores de su zona íntima.Por orden de la Justicia fueron secuestradas las prendas de vestir de la víctima y, además, la bioquímica actuante realizó un hisopado vaginal con el fin de recabar muestras genéticas, evidencia que podría resultar clave más adelante.Anoche, al cierre de esta edición, policías de Puerto Iguazú y la zona buscaban incansablemente a los cinco adolescentes, quienes habían desaparecido de los lugares a los que habitualmente concurrían, cuestión que direcciona hacia ellos -aún más- las sospechas.





Discussion about this post