BONPLAND. Un joven de 24 años sufrió quemaduras en distintas partes del cuerpo en un desafortunado accidente y quizás para no hacer el ridículo, fabuló que fue atacado por una patota que lo golpeó, roció con nafta y prendió fuego.Esa versión de los hechos dio inicio a una investigación policial que, finalmente, estableció que todo se había tratado de una mentira.El muchacho se produjo esas lesiones cuando intentaba reparar la moto de su hermano en estado de ebriedad. Según establecieron los investigadores, habría retirado el carburador de la máquina e intentado echarle nafta.Como era de noche y no veía bien, no tuvo mejor idea que mejorar la iluminación con un encendedor. Al hacerlo se originó un incendio y las llamas lo alcanzaron en las extremidades superiores e inferiores.El herido fue auxiliado por sus padres que lo trasladaron desde la localidad de Amado Bonpland al hospital Samic de Leandro N. Alem.El accidente se produjo el domingo, a eso de las 20, en un domicilio del barrio Itatí. La Policía, en tanto, tomó intervención en el hecho unas dos horas después, alertada por un llamado desde el citado nosocomio asistencial.Los uniformados se trasladaron al centro de salud y entrevistaron al paciente.Allí escucharon la primera versión de los hechos, de que había sido interceptado por cuatro forajidos en las afueras de Bonpland.Siempre en esa línea, trascendió que el joven circulaba en moto cuando fue cercado por los violentos.Esa primera hipótesis de la historia dio comienzo a una investigación policial. Los uniformados se trasladaron a Bonpland y charlaron con los padres y vecinos del lesionado.Los primeros terminaron contando la verdad. El parte policial, remitido por la Unidad Regional VI, con asiento en Alem, resumió que los padres del paciente “informaron que, a las 19.30 del domingo, su hijo se hallaba ingiriendo bebidas alcohólicas en la vivienda. Luego se fue hasta la parte posterior y se le dio por hacerse el mecánico, ya que ahí estaba depositada una moto 110; del hermano. Le sacó el carburador e intentó rociarlo con una botella plástica que contenía nafta, pero como no veía bien dónde derramaba el combustible se le ocurrió alumbrarse con un encendedor, lo que provocó que el mismo se prendiera fuego, siendo trasladado por sus padres al hospital”. AvisoLa Policía de Leandro N. Alem tomó conocimiento del insólito episodio merced a un llamado telefónico efectuado desde el hospital Samic de ese municipio.El aviso daba cuenta del ingreso de un muchacho de 24 años con quemaduras de segundo grado en las extremidades inferiores y superiores.Quizás la cosa no pasaba a mayores si el paciente decía la verdad de lo sucedido.Pero se lo ocurrió simular que fue interceptado por una patota que lo agredió y prendió fuego con un líquido inflamable.Esa versión dio comienzo a una investigación policial que, posteriormente, determinó que todo se había tratado de una fabulación.





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