CHACO (Medios digitales). Una mujer, su esposo y la beba de ambos fueron hallados asesinados y sus cuerpos dentro del aljibe de la casa, en la localidad de San Bernardo, provincia de Chaco.Por el hecho hay un hombre detenido, de unos 35 años perteneciente al entorno de la mujer asesinada, según informó el portal Gente de Pueblo.El primer cuerpo, el de Margarita Giménez, de 23 años, fue hallado el pasado 28 de febrero por su madre, quien concurrió a su casa ante la ausencia de noticias de la familia.Al llegar al campo donde vivían las víctimas, se encontró con la puerta abierta, el interior de la casa revuelto y un olor nauseabundo que venía del fondo de la casa, en donde hay un aljibe. La mujer se dirigió al hueco y al observar dentro, encontró el cadáver de su hija en estado de descomposición.Luego de recomponerse, inmediatamente hizo la denuncia en la comisaría y el fiscal Sergio Ramón Ríos ordenó la búsqueda del marido de la víctima, quien pasó a ser considerado sospechoso. En tanto, la recuperación del cuerpo de la víctima debió posponerse al día siguiente por la ausencia de luz.Durante la mañana del viernes pasado los bomberos comenzaron los trabajos para retirar el cuerpo de Giménez de dentro del aljibe.La sorpresa no finalizó debido a que dentro del aljibe también hallaron el cuerpo de un bebé, también en descomposición, que se trataba de la hija de la víctima.En tanto, también fue hallado esa mañana, en un foso ubicado en un algodonal a unos 70 metros de la casa, el cuerpo sin vida de Ramón López, esposo y padre de las víctimas. De acuerdo a lo explicado por el fiscal Ríos, las muertes de la mujer y su beba habría sido por un golpe ya que presentaban hundimiento de cráneo, en tanto que el hombre tenía un orificio en la espalda. Acerca de éste último se supo que junto a su cuerpo también se habría encontrado escondida entre las malezas una motocicleta Zanella de 50 cilindradas, que era de su propiedad. Podría ser un indicio de un fallido intento de fuga.Según trascendió, se presumen que habría trascurrido entre ocho y diez días entre los homicidios y su hallazgo. El móvil del crimen, por ahora, no se determinó. Y los investigadores mantienen un absoluto hermetismo las hipótesis que manejan. Al ser consultado por los investigadores, el dueño del campo no recordaba ciertamente cuando vio por última vez a las víctimas, pero estimaba en unos siete a diez días que no tenía comunicación con ellos, con quien compartía el sembrado, ya que López, según trascendió, alquilaba parte de esa parcela de algodones.La joven era oriunda del barrio Vivero, en esa localidad chaqueña, mientras que su marido era proveniente del municipio de Tres Isletas, pero desde hace tiempo residente en esa zona.





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