POSADAS. El arranque del Campeonato Misionero de automovilismo en pista mostró movimientos estratégicos entre compañeros de equipo para intentar romper la tremenda paridad de la Clase 2, pero el que mejor jugó y apostó a su concentración fue Ricardo Villar, uno de los más jóvenes de la categoría que se quedó con la primera “pole” del año y sorprendió a todos.Es que cuando todos buscaban succiones para limar centésimas en los cronómetros, el piloto del Gol azul hizo “la suya” y metió la mejor vuelta de la superclasificación, dejando como escoltas a los hermanos Laury y Luciano Viana, dos pilotos que “se llevaron” en la recta varias veces pero no pudieron superar al posadeño.Así comenzó oficialmente la temporada en el circuito 3 del autódromo Rosamonte, un escenario que espera un domingo emocionante con los 21 protagonistas de la Clase 2 dispuestos a dar batalla tanto en las series como en la final.En el cuarto lugar se ubicó Gastón Galfrascoli con el Clio, uno de los autos más rendidores en este escenario y al que muchos ven como el candidato a vencer hoy. Quinto, siempre dispuesto a progresar, aparece Carlos Mantilla, mientras que sexto clasificó Matías Garavano, otro de los jóvenes que dominó los entrenamientos.El lote de los diez primeros en la superclasificación se completó con Santiago Viana, Martín Badaracco, Agustín Derfler y Damián De Lima, todos encerrados en un segundo.Abente y GrygorszynEn la Promocional salieron a clasificar 15 fititos, entre los que Juan Pablo Abente fue el más veloz de la jornada, escoltado por Marcelo Smichowski y José luis De Lima.En el TC4000 la pole quedó en manos del eterno Héctor Grygorszyn, escoltado por otros dos históricos como Marcelo Kuchaski y Jorge Báez.





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