POSADAS. La situación procesal del peluquero detenido en la causa por el homicidio del jubilado Oscar González (55) es más que comprometida. Los investigadores consideran que fue autor material del crimen y que actuó en complicidad con una mujer, probablemente la misma que permanece detenida.Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN consignaron que hay indicios probatorios de solidez para un eventual procesamiento por “homicidio simple”.Entre otras cosas, la Justicia cuenta con el testimonio de al menos dos personas que lo ubican en el escenario del crimen la noche en que mataron al jubilado.Uno de ellos, justamente, sería el de la mujer detenida en la misma causa. Además, en su oportunidad, la Policía allanó su domicilio y secuestró el televisor que pertenecía a la víctima.Testigos de la causa y personas que frecuentaban la casa que alquilaba González aseguran haber visto ese aparato el día anterior al hallazgo del cadáver.Una fuente digna de respeto aseguró que el juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, podría resolver la situación procesal del detenido en el transcurso de las próximas semanas.La gran incógnita del caso es qué pasará con la mujer que permanece detenida en averiguación del hecho.Los pesquisas no descartan, incluso, la detención de un tercer sospechoso.La misma especie aseguró a este diario que el principal sospechoso es ex miembro del Servicio Penitenciario Federal (SPF), institución que debió abandonar por graves problemas de adicción a distintas sustancias alucinógenas.Al parecer, esa situación perdura hasta estos días. Un episodio atrozLos investigadores sostienen que la muerte de González se trató de un crimen en ocasión de robo, en el contexto de una reunión de sexo y alcohol.Los criminales, supuestamente pasados de revoluciones, habrían creído que el dueño de casa tenía unos 6 mil pesos en su poder, producto de las dos pensiones que cobraba, una de ellas por discapacidad.Primero lo apretaron para que confesara el lugar donde escondía la plata. “No tengo ni para mí”, habría respondido.Pero esa respuesta no era la que esperaban los criminales. Entonces comenzaron a golpearlo.Un hombre -los detectives creen que fue el peluquero- lo arrojó al suelo y comenzó a golpearlo contra el piso. Y no paró hasta desfigurarle el rostro.No conforme con la virulencia del ataque, tomó una remera y se la enredó en el cuello. Presionó hasta quitarle el último suspiro de oxígeno.La autopsia determinó que el deceso se produjo por asfixia. El cuerpo fue hallado el 8 de noviembre.





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