POSADAS. Entender la batalla de Salta de 1813 como un mero combate, entre fuerzas opuestas (patriotas contra realistas), es tener una mirada sesgada de la historia y una visión reduccionista de los hechos. En realidad, la batalla de Salta fue un eslabón de una cadena de acontecimientos que permitieron alcanzar la independencia, no sólo de Argentina, sino de toda América Latina. Para comprender su importancia, historiadores locales y alumnos avanzados de la carrera de Historia de la facultad de Humanidades de la UNaM, trazaron en detalle los hechos, que siempre fueron mencionados muy por arriba en los textos escolares, y que ha llevado a que -por ejemplo- en la actualidad, una gran cantidad de argentinos minimicen su importancia, o bien no la conozcan. “Esta batalla es el antecedente de los hechos anteriores – como ser el cruce de los Andes por San Martín o la victoria final de Bolívar sobre los realistas –y es además la culminación de otros anteriores como el éxodo jujeño-”, señalaron en un artículo elaborado en exclusiva para PRIMERA EDICIÓN.Algunos antecedentesSe podría decir así que la batalla de Salta comienza con el éxodo jujeño de 1812. Recordemos un poco. El ejército del Norte en 1812 estaba a cargo Juan Manuel Belgrano. Los realistas no estaban dispuestos a ceder sus posesiones, así como tampoco reconocer la independencia de los pueblos americanos. En agosto de ese año inician una fuerte ofensiva militar hacia los actuales territorios del norte argentino. Ante la clara inferioridad numérica, Belgrano ordena la evacuación de la ciudad de Jujuy aplicando la política de “tierra arrasada”: comienza así el éxodo jujeño, el 23 de agosto de 1812. La orden de Buenos Aires era abandonar todos los territorios del norte y atrincherarse en Córdoba. “Pero Belgrano desobedece al gobierno para respetar los intereses del pueblo”, describieron los autores del artículo para este diario.Belgrano continua su marcha hasta Tucumán, allí tanto los pobladores como la tropa le informan al general que no irían mas al Sur, por lo que se decide enfrentar al invasor en Tucumán, esto ocurre el día 24 de septiembre, y el hecho es conocido en los libros como la Batalla de Tucumán. El resultado fue una importante victoria para los patriotas. Es por el resultado de la misma que el invasor realista ve frenado su avance y se ve obligado a replegarse hacia el norte. Las fuerzas nacionales en tanto permanecen en Tucumán a la espera de refuerzos enviados desde Buenos Aires. Luego de la batalla de Tucumán las tropas realistas de Pío Tristán, en una retirada forzosa se dirigen hacia la ciudad de Salta, los realistas se concentran con más de 3.000 hombres en el portezuelo. Crean una fortificación “impenetrable” como defensa ante el ejército revolucionario. Belgrano toma la decisión de no perseguirlos, espera en Tucumán los refuerzos que Buenos Aires promete enviarle. Durante su espera celebra la fiesta de la Virgen de la Merced, lo hace un mes después de la batalla de Tucumán, en dicho festejo en la cual participaría de la procesión toda la tropa revolucionaria y el mismo Manuel Belgrano; coloca su bastón de mando en la virgen reconociéndola como patrona del ejercito argentino, buscando ganar la confianza de las provincias del norte. En tanto, uno de sus hombres, Vélez, hace una excursión a Salta tratando de recuperar la ciudad, pero no lo logra y los expedicionarios son diezmados. Durante la estadía se realiza también el juramento de lealtad a la bandera, con los colores muy similares al escudo argentino. El lugar en que se llevó a cabo este hecho lleva hoy el nombre de “Juramento”.Los refuerzos enviados desde Bueno Aires no fueron los esperados, eran un grupo de solo 400 hombres. Por esto es que recién en enero comienza la marcha hacia Salta. Las tropas revolucionarias llegarán el diez de febrero de 1813, y se encuentran con el obstáculo de que el único camino a la ciudad está fortificado por las tropas de Pío Tristán en buenas posiciones con su artillería y tiradores en una colina, lo que en un ataque frontal los diezmaría.El capitán Apolinario Saravia, que vivía en la zona le cuenta al general Belgrano de un paso entre las montañas que daba a la estancia de los Cañuelas, por el cual podían pasar y atacar la retaguardia realista de manera sorpresiva. Durante la noche de ese mismo día, Belgrano manda a explorar el lugar. Al poco tiempo cae una lluvia por lo cual el general ordena pasar por ese camino, que tenía obstáculos naturales pero que no impidió que los revolucionarios cruzaran hasta llegar a la hacienda de los Cañuelas. Los soldados mostraron tal voluntad patriota, que impulsó al resto a seguir hasta el final. El 19 de febrero comenzaría el ataque por el frente a del portezuelo, Donde las tropas realistas pudieron hacer retroceder a la tropa revolucionaria, lo que obligó a Belgrano a cambiar de estrategia, durante el combate es herido Vélez por lo cual asume el general Dorrego. Se le encarga el objetivo de romper la línea enemiga sea como sea y acabar con los tiradores de la colina. Dorrego asume la responsabilidad con un ímpetu y coraje se lanza a la batalla logrando destruir el cerco y logra tomar la colina. Obliga al ejercito realista a retroceder desordenadamente hasta la ciudad. En esa marcha se ven obligados a enfrentarse al resto del ejército patriota, lo cual generó una gran confusión al resto del ejército de Tristán. Luego de sacarlo de un barrio en duro combate, el último reducto del ejército de Tristán lucha en la plaza, tras lo cual las tropas de Belgrano logran su rendición Juramento de hombresUno de los hechos más recordados de la batalla, es que luego de la misma Belgrano libera a los prisioneros haciéndolos jurar que nunca más se levantarían en armas, son más de 3.000 hombres que juran no volver a levantarse (algo realmente inusual en una época en que los degollamientos masivos eran moneda corriente). Otro dato increíble: Sólo 300 de los más de 3.000 hombres que juraron, rompen su palabra, quienes más tarde terminan siendo capturados por las tropas revolucionaria y finalmente degollados. Tristán abandona la lucha y junto con sus hombres se convierte en propagandista de la revolución en todo el Alto Perú y se retira a Arequipa. Con el triunfo el ejército revolucionario asegura el norte y así la mayoría de los actuales limites del territorio argentino. Interés por lahistoria(*)“En los últimos años, y con más ahínco desde 2010, surge una renovada atención hacia la revisión de los hechos históricos que se desarrollaron a partir 1810 en el proceso de construcci&
oacute;n de nuestra nación. Se ha dado un fenómeno de revalorización de la historia del pueblo y de los procesos de independencia; para fortalecer las actuales autonomías nacionales, tanto en nuestro país, como en gran parte de los países latinoamericanos, independientes entre sí y unidos por un núcleo representativo anti-imperialista. Cabe resaltar que las conmemoraciones que sirvan al recuerdo de la hazañas patrióticas y sus protagonistas son acciones indispensables para neutralizar el vacío histórico, sufrido en los últimos tempos especialmente en la denominada década del 90. Reconstruyendo nuestra identidad como estandarte del sostenimiento de nuestra autonomía y espíritu nacional. Este episodio de la historia argentina representa mucho más que la conmemoración del bicentenario de un hecho histórico, puesto que es un hito en la Independencia Argentina y la consolidación de sus fronteras del norte. Además, actualmente representa la revalorización del patriotismo y de la historia del pueblo argentino, que destaca a nuestro actual gobierno nacional y el pueblo que lo acompaña, como heredero de la histórica lucha social por la autonomía latinoamericana.En síntesis, creemos que el hecho de festejar los denominados “bicentenarios” es no sólo por recordarlos como el principio de una historia de lucha y movilización social, sino también como medio para desarrollar y fortalecer nuestro sentimiento patriótico, con el fin de lograr una sola meta: construir el país que todos anhelamos y nos merecemos”.* AutoresOmar Benjamín Ferreyra, cuarto año Prof. Historia; Gabriel Arturo Dávalos, tercer año Lic. HistoriaGisela Mikulic, segundo año Prof. Historia; Víctor Esteban Kulchar, segundo año Prof. Historia; Daiana Micaela Márquez, segundo año Prof. Historia; Martín Gabriel Romero, segundo año Prof. Historia.





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