BUENOS AIRES (NA). Directivos de inmobiliarias advirtieron que el sector está “peor” que en 2001 y sequejaron por el intento de imponer una pesificación de las propiedades, a la que consideraron un “castigo” por parte del Gobierno.Para el director de la inmobiliaria Bullrich, José Azpiroz Costas, el panorama actual de la actividad “es peor que en 2001, porque en aquel momento a la gente le iba mal y vendía. Ahora la gente todavía no necesita vender. Y las inmobiliarias tratamos de subsistir como podemos, con los alquileres”.El directivo se quejó de la pesificación y consideró que esa decisión del Gobierno constituye un “castigo” para el sector.“Cada metro cuadrado que se construye es 50% de mano de obra y 50 de material. Las empresas que construían eran casi todas argentinas, no mandaban los fondos al exterior, por lo que no se entiende por qué se castigó por castigar. Yo creo que no se midió cuando se castigó al sector inmobiliario con la pesificación”, resaltó.Y evaluó que el mercado está “parado porque el que quiere cobrar lo que vale su departamento, prefiere esperar”. Según el Colegio de Escribanos porteño, la cantidad de escrituras rubricadas durante 2012 fue un 27% menor a la de 2011, la cifra más baja de los últimos quince años.Por su parte, Roberto Tizado, presidente de la inmobiliaria que lleva su apellido, opinó que el sector está “sufriendo un ajuste natural, no solo por el cepo cambiario. Tuvimos nueve años muy movidos, con gran cantidad de operaciones y mucha vocación de la gente en invertir en ladrillos”.El empresario alertó que con “el retraso que se fue generando en el valor del dólar entre 2003 y 2011, todos los precios de la economía subieron en dólares. Y eso provocó que el valor de las propiedades llegara a valores muy altos”.“Después, la gente invirtió esos dólares en la compra de propiedades, se amplió el mercado sin la influencia de créditos y los precios subieron por mayor demanda”, añadió.En declaraciones radiales, Tizado sostuvo, además, que el segmento más afectado en la actualidad “es el de los inmuebles usados, ya que nadie quiere vender en pesos por temor a perder capital. Por eso, hoy es muy difícil acercar a vendedores y compradores”.“Igual, todavía hay una gran tenencia de dólares entre los argentinos, entonces lo que pasa es que hay especulación en la gente”, enfatizó.No obstante, el directivo resaltó que este año “comenzó con más consultas, más reservas y más concreciones que el anterior. Las obras tienen buen ritmo”.





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