RUIZ DE MONTOYA. La caída de Slawimir “El Francés” Polus, el “capo narco” detenido en Eldorado la semana pasada, evidenció una vez más el verdadero peso que las organizaciones internacionales dedicadas al tráfico de estupefacientes tienen en Misiones.Para una porción importante de la sociedad local, la detención de uno de los hombres más buscados de Argentina significó una apertura a la realidad de lo que sucede a diario y desde hace años en las localidades fronterizas del interior de la provincia.Puerto Rico, se sabe, es uno de esos “puntos calientes”. En realidad, toda la zona, incluido Ruiz de Montoya, donde el lunes por la mañana un hombre irrumpió en una chacra y maniató a la esposa del inquilino del lugar, que no se encontraba y a quien aparentemente buscaba para consumar una “venganza narco”, según investiga ahora la Policía.Un “ajuste de cuentas”Poco más de 1.300 habitantes pueblan la jurisdicción de Ruiz de Montoya, a poco menos de veinte kilómetros al sur de Puerto Rico y a apenas seis de Capioví.El principal acceso al pueblo está asfaltado y fue ahí, en una chacra ubicada a 500 metros de la ruta nacional 12, donde cerca de las 10 del último lunes se escribió un nuevo capítulo de una larga historia ligada a los secretos de la frontera.La chacra es alquilada por una pareja que vive junto a sus hijos, aunque el hombre y los pequeños no estaban cuando llegó el presunto vengador, que sorprendió a la mujer mientras ésta realizaba las tareas de la casa.Armado con un revólver, el sujeto primero dijo que se trataba de un asalto y no tardó en apuntarle y amenazar de muerte a su víctima, de 35 años, a la que maniató de pies y manos con remeras. Mientras lo hacía, no dejaba de preguntar por la hora de llegada de su marido.Una vez que controló a la mujer y mientras la llevaba hasta una habitación en donde posteriormente la encerró bajo llave, el hasta ese momento ladrón develó sus verdaderas intenciones. “Tu marido va a pagar por lo que nos hizo; nos ‘mandó al frente’ con el cargamento, y eso no se hace”, lanzó antes de cerrar la puerta y escapar hacia afuera de la vivienda.Según pudo establecer la Policía, después de darle el “mensaje” y salir, el sospechoso caminó hasta un galpón de la propiedad, del que sólo el dueño de la chacra tiene llave.En ese lugar puso en marcha un tractor Massey Ferguson 350, presumiblemente para darse a la fuga, pero justo en ese momento llegó hasta el lugar el propietario de la tierra y se vio sorprendido por el movimiento dentro del galpón.Al acercarse para ver quién había ingresado, el vengador extrajo el revólver de un bolso que llevaba y sin ningún tipo de piedad disparó dos veces contra el propietario, para luego huir a la carrera hacia un monte, en dirección a la zona urbana de Ruiz de Montoya.Afortunadamente, el hombre no sufrió lesiones, pudo recuperarse y fue hasta el interior de la casa, donde liberó a la esposa de su inquilino, quien había sufrido escoriaciones por las ataduras y se encontraba en estado de shock.“No descartamos nada, por ahora estamos tras los pasos del sospechoso”, le contó ayer a este medio el comisario mayor Mario Miño, al frente de la Unidad Regional IV de Puerto Rico. En ese sentido, los detectives cuentan con una pista: en la huida, el sujeto olvidó su bolso, en el que encontraron una constancia de exclusión de hogar de la Justicia de Buenos Aires. La Policía de Misiones ya solicitó la colaboración de la Policía Federal Argentina para recabar datos sobre el titular de ese documento. Podría ser el mismo vengador o, quizás, evidencia “plantada” para desviar la atención de los sabuesos. De todas maneras, para los policías el autor del hecho sería de la zona, ya que hablaba con acento local y, minutos después del hecho, fue interceptado por una patrulla, pero volvió a escabullirse por el monte, algo que sólo alguien que conoce la zona puede lograr. Una de las zonas más calientes de la fronteraPuerto Rico, Ruiz de Montoya, Capioví, Capioviciño, San Gotardo, Oro Verde, Garuhapé y Mbopicuá. Los propios investigadores de las distintas fuerzas que actúan en el lugar confirman el “secreto a voces” que todos saben, pero del que nadie habla: la zona es una de las más calientes de la frontera argentino-paraguaya.En ese lugar, el río Paraná alcanza apenas poco más de 500 metros de ancho, lo que torna al lugar en “ideal” para el contrabando y el narcotráfico.En ese sentido, se sabe que las redes internacionales de tráfico de estupefacientes operan en ambas orillas, ante la mirada de vecinos que por cuestiones de seguridad prefieren mantener el silencio. Si este código se rompe, el “traidor” pone en juego su vida, algo similar a lo que habría desencadenado la “venganza que no fue”, el lunes por la mañana, en la chacra de Ruiz de Montoya.También en Ruiz de Montoya la Policía secuestró hace casi un año, en marzo de 2012, unos 4.200 kilogramos de marihuana. Lo tristemente célebre del caso fue que el estupefaciente fue almacenado en la comisaría seccional Primera de Puerto Rico, donde a principios de septiembre último se descubrió un faltante de una tonelada.Todo salió a la luz cuando efectivos de Prefectura detuvieron a un oficial de la Policía de Misiones con 123 kilogramos de marihuana en su Fiat Uno. El caso explotó rápidamente y en pocos días se descabezó a la antigua cúpula de la Unidad Regional IV.Ese oficial, tres suboficiales y un ex convicto permanecen detenidos por aquel hecho, que es investigado por la Justicia Federal.





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