POSADAS. El Manual de Historia 1, de la historiadora misionera Alba Celina Etorena de Freaza, se encuentra a disposición de los docentes misioneros en una tercera edición de reciente aparición; en la que la autora da cuenta de una encomiable capacidad para sintetizar, siempre pensando en la planificación del trabajo docente en el aula y los hechos relevantes de un extenso tramo de la historia de la humanidad.Además de la síntesis de hechos presentados en su vinculación desde la historia universal a la local, el trabajo se distingue por “el propósito de ubicar al alumno en el tiempo y en el espacio, dándole una identidad cultural acorde con el mundo al que pertenece: la cultura occidental y cristiana”, explica Etorena de Freaza en el prólogo de la reciente publicación. En el mismo sentido, destaca que “se tuvo especial cuidado en destacar la obra civilizadora de España y su influencia en la región”. La obra, editada por la autora, abarca un período de la historia universal que se extiende “desde la Prehistoria hasta 1810, de Europa, América, Argentina y Misiones”, y constituye una herramienta diseñada para la planificación de la actividad de los docentes de Historia en el primer año del ciclo escolar básico.La eficacia del planteo y su adaptación a los requerimientos de la tarea docente se vieron confirmadas en la demanda que tuvieron las dos ediciones anteriores de la obra, la primera de 1991, de 700 ejemplares, y la segunda, de 1994, de 16 mil ejemplares, una tirada inusual en trabajos de este tipo; que no cuentan con el soporte de grandes editoriales comerciales.En esta tercera edición de autor; que se pudo publicar no sin esfuerzos a fines del año pasado, Etorena de Freaza explica que su Manual de Historia 1 tiene por objeto facilitar en octavo año cuarto ciclo la aplicación del “Diseño Curricular Institucional de Escolaridad Básica” aprobado por el decreto 1.601/86, del Gobierno de la provincia de Misiones.Al encarar la reelaboración del manual que se ofrece hoy al público en una cuidada edición de 188 páginas, con ilustraciones, dividida en nueve capítulos, la intención de la autora fue elaborar y desarrollar una “planificación tipo”, que sirva al docente de guía para encarar el programa de primer año. “Sabemos los inconvenientes por los que atraviesan los profesores de Historia para desarrollar este nuevo currículum institucional que comprende desde los orígenes del hombre hasta 1810”, señala Etorena de Freaza en las palabras preliminares.Antecedentes La autora cuenta con una rica experiencia como docente en la materia, habiendo estado vinculada durante muchos años al Instituto Superior del Profesorado Antonio Ruiz de Montoya, y como investigadora tiene en su haber -entre otras obras especializadas- la extensa “Historia de Posadas”, en dos volúmenes, escrita en colaboración con José Carlos Freaza y publicada en 2010; uno de los trabajos historiográficos más ambiciosos referidos a la capital provincial.Estructura de la obraEl “Manual de Historia 1” comprende ocho unidades de aprendizaje y cada unidad consta, a su vez, de seis subdivisiones, abarcando los siguientes aspectos: objetivos generales extraídos del currículum de escolaridad básica; objetivos específicos; contenidos experiencias de aprendizaje; bibliografía. En cuanto a sus ejes temáticos, la obra se divide en las siguientes unidades; I. La Historia; II La Prehistoria; III. La Edad Antigua; IV. La Edad Media; V . La Edad Moderna en Europa durante los siglos XVI y XVII. La unidad VI se ocupa de La Edad Moderna en América durante los siglos XVI y XVII; culminando la división temática del libro con la unidad VII; Fines de la Edad Moderna. El Siglo XVII. Las nuevas ideas y la VIII. La Edad Contemporánea. La Edad Moderna se presenta dividida en tres unidades “para su mejor comprensión y por la gran cantidad de objetivos generales y específicos extraídos del Currículum de Escolaridad Básica, quedando a criterio de los docentes formar una sola unidad o desarrollarlas como subunidades”, especifica Etorena de Freaza. La visión regionalEntre los aspectos en que destaca el manual dedicado a la enseñanza de la Historia en las escuelas misioneras está el esfuerzo por definir un material que a la vez que refleje el largo período de historia universal exigido por la currícula institucional -que obliga a una enorme tarea de síntesis- contenga una visión de la Historia como disciplina científica y a la vez teñida de una óptica cultural definida, a la que la autora identifica con una reivindicación de la épica de la conquista española de América y una cosmovisión de fuerte arraigo religioso cristiano.En la elaboración del relato del pasado histórico regional, el libro otorga importancia a la historia de las Misiones Jesuíticas, sus orígenes, características y significación pata la definición de la historia misionera.En esta tarea, la obra rescata la significación de la obra realizada por el sacerdote criollo Roque González de Santa Cruz, “que fundó en 1615 Anunciación de Itapúa, en donde hoy se levanta Posadas, pueblo trasladado seis años después a la otra banda del Paraná (Encarnación)”, indica.La obra del sacerdote, cuyo nombre lleva hoy el puente que une a Posadas y Encarnación -explica el libro- continuó en 1619, cuando fundó Concepción, “cruzó el Uruguay para fundar Candelaria, San Nicolás, Yapeyú y Todos los Santos del Caaró en 1628, donde encontró la muerte y fue martirizado junto con sus compañeros Juan del Castillo y Alonso Rodríguez. Otros sacerdotes fundaron numerosos pueblos en lo que hoy es el Estado de Río Grande Do Sul, llegando casi hasta la costa Atlántica”, apunta el texto.Batalla de MbororéEl Manual de Historia 1 de Etorena de Freaza habla del “éxodo Guayreño”, de 1631, “dirigido en memorables jornadas por el padre Antonio Ruiz de Montoya” y destaca el rol de la Batalla de Mbororé; soslayada hasta hoy por la historia oficial, y que la autora designa como el hecho determinante por el cual “de esta manera la provincia de Misiones vino a ser el refugio y corazón de las treinta Misiones Jesuíticas”.El párrafo que sigue explica el contexto histórico: “Felipe IV autorizó a los jesuitas a hacer uso de las armas para defenderse de los portugueses en 1640. Se organizó un ejército guaraní misionero con 4.200 indios y 300 fusiles y municiones, arcos flechas, lanzas, hondas con piedras, un cañoncito de meta
l y varios de caña de tacuaruzú revestidos de cuero, dirigidos por el hermano Domingo Torres. Los paulistas fueron derrotados en la Batalla de Mbororé en 1641-1642”. El amplio período de tiempo de la historia universal que está obligado a reseñar el docente de historia en el aula en sus clases de primer año representa un enorme desafío y también un incentivo a abordar la enseñanza en forma creativa y con un sentido claro de las prioridades que exige la formación de los alumnos.El libro de Etorena de Freaza asume ese el objetivo, “comprendiendo la necesidad de sintetizar al máximo los contenidos, exponiendo sincrónicamente la Historia Universal, Americana, Argentina y Misionera y yendo de lo más antiguo a lo más nuevo y de lo lejano a lo cercano” ; aporta así una guía para el docente al tono de los requerimientos del presente, permitiendo que el material, que incluye numerosas experiencias de aprendizaje, pueda ser usado en forma creativa por alumnos y profesores. Reflexión, creatividad y juicio críticoEn atención a los objetivos pedagógicos del Manual de Historia 1, la autora propone algunas experiencias de aprendizaje, aunque aclara que “existe una gran variedad que los docentes podrán seleccionar y aportar con su experiencia a esta iniciativa pedagógica”. De igual modo, “se ha dejado la evaluación a consideración de los señores profesores”, precisa. La inclusión de experiencias de aprendizaje tiene que ver con la extensión del material que surge de la aplicación del diseño curricular institucional de Escolaridad Básica, instituido por decreto provincial en 1986. “Para cumplir con un programa tan largo -apunta- se aconseja organizar equipos de trabajo al comenzar el año escolar y planificar experiencias de aprendizaje grupales e individuales; para dar oportunidad a los alumnos a que reflexionen, comparen, saquen conclusiones, se expresen en forma creativa, respeten las opiniones ajenas y emitan su juicio crítico”. La enumeración define con precisión el esfuerzo creativo que reclama hoy la educación, tanto a alumnos como a docentes.





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