APÓSTOLES. A finales del año pasado, la Municipalidad de Apóstoles instaló sobre una de las plazoletas de la avenida Las Heras y, posteriormente, en un sector del parque Centenario, una serie de aparatos para hacer ejercicios que convirtieron esos espacios en una suerte de “gimnasios al aire libre”. En los pocos meses que transcurrieron desde la instalación de estos equipos, se viene incrementando exponencialmente la cantidad de ciudadanos -de todas las edades- que hacen uso regular de los mismos. Para los habituales caminantes o corredores, las máquinas vienen a brindar un complemento aeróbico ideal, mientras que también se observan personas que acuden solamente para utilizar los aparatos. Además, están quienes empezaron a usarlos por indicación médica, ya que muchos están orientados para trabajar y estimular las funciones cardíacas y pulmonares, así como para tonificar musculatura específica. PRIMERA EDICIÓN recorrió ambos lugares y dialogó con algunas de las personas que suelen entrenar en los novedosos gimnasios al aire libre para conocer sus motivaciones y sugerencias. “Nunca antes había ido al gimnasio”Valeria Monzón (34) camina todos los días al menos media hora desde hace cinco meses. Lo hace, como muchas otras personas, más que nada por una cuestión de estética: lucha contra los kilitos de más. El horario elegido, o el que el trabajo le permite, es el de la siesta. Desde este verano, incorporó a su rutina diaria el uso de los aparatos de la avenida Las Heras. “Por donde vivo me queda bien el recorrido de caminar toda la avenida Las Heras de principio a fin. Y un día me encontré con que habían instalado estos aparatos y me dio curiosidad. Hoy todas mis caminatas terminan con una sesión de abdominales en los bancos especiales”, cuenta Valeria, quien reconoce que “antes nunca había ido a un gimnasio”. En una situación similar se encuentra Leopoldo Extebarría (46), un ciclista que dos veces por semana va a circular por la pista especial del Parque Centenario. “Para ser sincero y como yo nunca fui al gimnasio, sino que lo mio siempre fue la bici, al principio veía la gente en los aparatos y no me llamaba la atención. Pero después los empecé a usar, complemento las vueltas en bicicleta con un poco de ejercitador de hombros doble y algo de abdominales”, explica el ciclista. Indicación médicaAlcira Vanczick (63) sufrió un accidente cerebrovascular en mayo del año pasado. Llegó a estar inmovilizada tres meses, hasta que pudo empezar con las tareas de rehabilitación. En diciembre su médico le recomendó que saliera a caminar aunque sea un kilómetro por día, para mejorar su circulación. “El primer día mi médico me acompañó hasta el parque Centenario, para explicarme por donde podía caminar y me dijo que el aire de aquí es muy bueno porque está la reserva ecológica detrás. Me mostró los aparatos de gimnasia. Ahora uso siempre la máquina de pedales para fortalecer las piernas, que estaban bastante atrofiadas, y la verdad es que me siento mucho mejor con esos ejercicios”, reflejó Alcira. Afectado por la artritis reumatoide, Marcelo Gede (59), intentó primero con los gimnasios convencionales. Pero cuenta que “entre la falta de tiempo y las cuotas, se me complicaba seguir yendo. Además siempre había mucha gente y como soy un poco claustrofóbico me costaba bastante. En cambio acá, en el parque, al estar al aire libre me es más fácil. Y de a poco con estos aparatos me voy rehabilitando”.




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