POSADAS. Continúa el visible rechazo de los usuarios del Sistema Integrado de Transporte Metropolitano de Misiones (Situm) a un nuevo posible “boletazo” ya que consideran “imposible de sostener” con la desmedida inflación que los avasalla. Por otro lado aseguran que el servicio que presta el transporte urbano sigue siendo “paupérrimo” y lejos de estar acorde a lo que está pagando el usuario, que incluso en algunos casos lo ocupa hasta cuatro veces por día. En plena temporada de vacaciones, cuando ni siquiera los estudiantes frecuentan la Estación de Transferencia situada a la altura de la ruta nacional 12, a metros del Campus Universitario, en la mañana de ayer, a las 6.45, PRIMERA EDICIÓN dialogó con numerosos pasajeros que no ocultaron su impotencia por otro posible incremento del boleto para los próximos días.Asimismo manifestaron su apoyo a las acciones de la Multisectorial y de dirigentes políticos que se oponen activamente al incremento, con pedidos de informes, movilizaciones y cortes de ruta.El usuario“El transporte urbano será un verdadero servicio cuando deje de ser un negocio para unos pocos”; dijo Carlos, visiblemente molesto por la situación. “Es lamentable el servicio que brindan, especialmente en los barrios alrededores del centro, colapsan las unidades con pasajeros que vamos prácticamente colgados durante todo el viaje. Los propios choferes nos maltratan gritándonos que vayamos para el fondo cuando no hay más lugar adentro ni para respirar. Junto con el Estado ya ni siquiera nos quieren dejar vivir, apenas ponés un puesto en la esquina y te quieren cobrar, por qué al menos no se dignan a brindar un servicio como la gente”, disparó Adela, una comerciante de inmediaciones de la zona.José señaló a este matutino: “El servicio es pésimo. Subís y viajás todo apretado, para mi economía es un golpe tras otro, encima uno tiene hijos que también tienen que viajar y ahí, cuando haces el balance mensual, terminás dándote cuenta de que los números no te alcanzan para nada”.Liliana, otra usuaria, se lamentó: “Económicamente no me conviene pero tengo que pagarlo igual porque no me queda otra, trabajo en el centro y lo ocupo por la mañana y por la tarde, en total cuatro boletos por día, más mi hija que va a la escuela, terminaré gastando sólo en pasaje casi 20 pesos por día, es muchísimo”.También reclamó por el servicio al señalar que “tampoco es bueno. El tema es que si te sentás, terminas mojándote toda la ropa porque no sé si lo hacen apropósito pero lavan los asientos y los dejan llenos de agua. Te estás yendo al trabajo y llegás impresentable, con la ropa toda mojada”.“Encima en mi caso tengo un gran problema con el 2 porque hace un tiempo comenzó a desestabilizar su recorrido porque a veces entra por (Avenida) Trincheras y a veces no. Te bancás una hora de fila para subirte a un colectivo, vas parada y para colmo te cambia el recorrido haciéndote llegar tarde el trabajo”, se lamentó la mujer. En sintonía con Liliana, Yésica expresó que “por ahora estoy pagando dos boletos por día pero ahora que voy a empezar a trabajar serán cuatro por día y me empieza a preocupar muchísimo porque los números no cierran. Sin embargo lo peor de todo es que no nos queda otra y los tenemos que pagar igual”.La calidad del servicio en hora “pico” es pésima, se escuchaba como respuesta ante cada consulta a cientos de pasajeros que iban llegando a medida que transcurrían las horas en la estación de transferencia. Una terminal a la que periodistas de este matutino no pudieron ingresar porque previamente “hay que hacer una nota de pedido dirigida a la empresa que controla el monopolio del transporte, que tiene la concesión hasta 2030 en la ciudad capital)”.Así lo argumentó la encargada de turno, Belén, tras la pregunta de este medio. “Si bien es un servicio público, es de una empresa privada. Este predio es de una empresa tercerizada y las unidades son privadas por eso es que tienen que ir con la nota a esta empresa para gestionar un permiso para ingresar a hablar con los pasajeros y tomar fotos”, dijo la responsable del ingreso.Familia numerosaLa mayoría de los consultados reclamó por el incremento, más porque se trata de familia entera y no se paga solo un pasaje por día. “Económicamente me perjudica bastante, es una erogación mucho mayor que en el mes se nota. Cuando uno hace las cuentas a fin de mes termina convencido de que ya no se puede aumentar y pareciera que recién empiezan porque vienen aumentando en los últimos años hasta más de una vez”, agregó Fabricio. El grupo Z y sus condiciones Varios aumentos del precio del pasaje de colectivos ha conseguido el Grupo Z, principal y casi único prestador del servicio en Posadas, Garupá y Candelaria, a expensas de la promesa de instalar máquinas expendedoras automáticas de boletos a bordo de sus unidades.Sin embargo, esto no se ha implementado jamás e incluso ahora, en vísperas de un nuevo “boletazo”, desde la empresa advierten que sólo se colocarán en caso de que les den un nuevo subsidio para ello, es decir, que el Estado nacional, provincial o municipal se haga cargo de los costos.Es más: desde la firma que controla el Sistema Integrado de Transporte Integrado Metropolitano, con la anuencia del Gobierno provincial, ponen en duda el valor de estas máquinas como herramienta para el control fiscal de la actividad. “¿Por qué hace falta un elemento cierto para contabilizar la cantidad de pasajeros?” que usan el servicio, se preguntó en voz alta el propio titular del Grupo Z, que salió personalmente a defender su nuevo pedido de aumento del pasaje de colectivo a través de una entrevista radial. Muy complicado debe ver el escenario en la calle ante un nuevo “boletazo” para salir a defenderlo personalmente. Y las justificaciones no pueden menos que indignar más aún a los usuarios, ya que el principal argumento es que los anteriores incrementos de precio no llegan a absorber el ritmo de la inflación, como si sus usuarios no hubieran visto mermado el poder adquisitivo de sus sueldos o prestaciones sociales.La Multisectorail social en contra del “boletazo” salió al cruce de nuevo incremento (integrada por docentes jubilados, COBA, el CTD Aníbal Verón, integrantes de ATE, la Cooperativa de Trabajo de Itaembé Mini, los diputados Claudio Wipplinger y Víctor Kreimer -partido Trabajo y Progreso-) y manifestó en su última reunión que elevar
el boleto “significará un nuevo golpe a los ingresos de las familias más humildes, que seguimos solventando el costo del incremento del mismo, acrecentando la desigualdad ante empresas que reciben subsidios millonarios del Estado y que pretenden seguir acumulando ganancias a costas del pueblo empobrecido, con servicios que muchas veces lo que menos hacen es tener en cuenta la necesidad del usuario”.





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