ENCARNACIÓN (Paraguay). La Policía Nacional de Paraguay investiga si el empresario Jorge Manfredi (51) ingresó en forma ilegal a ese país y a través del río Paraná en su jet-ski, indicaron fuentes de esa misma fuerza. Los efectivos de la vecina localidad encarnacena colaboran -a pedido de la Policía de Misiones- desde hace casi una semana en el marco de las pesquisas por el crimen de Manfredi, perpetrado el pasado 15 de enero. En ese sentido, se supo que los uniformados “guaraníes” continuaban buscando a la mujer que figura en el fondo de pantalla del teléfono celular de la víctima, que de acuerdo a indicios de los investigadores en su momento habría entablado un vínculo o alguna relación con el malogrado empresario, tal como anticipó en forma exclusiva PRIMERA EDICIÓN. Además, los efectivos siguen recabando datos para localizar a la tripulación del remolcador de barcazas que descubrió la moto náutica de la víctima, flotando y a la deriva en el río Paraná, la noche en que se cree que fue asesinado de tres certeros golpes en la cabeza. Tanto la mujer como los marinos que navegaban aquel día serían citados a declarar -de ser hallados en Paraguay- y vía exhorto por parte del juez de Instrucción 3 de Posadas, Fernando Verón, quien sigue la investigación del hecho. Sus testimonios podrían ser claves para la resolución del homicidio y para poder ubicar a el o los asesinos del conocido empresario avícola. Por el momento la denominada “pista Paraguay” sigue siendo la más firme, revelaron fuentes del caso. Una causa complejaEl martes 15 de enero, a la tarde, alrededor de las 18, Jorge Manfredi salió a pasear en su jet-ski por aguas del Paraná. Algunos testigos refirieron a este diario que durante esa jornada lo vieron “más ansioso que de costumbre”. Alrededor de las 19 se comunicó desde su teléfono celular al del empleado de un amigo suyo (dueño de una conocida náutica posadeña), al que le manifestó que “estaba salado, porque perdió la llave del jet-ski. Que se encontraba en la Isla del Medio”. Seguidamente, su amigo intentó comunicarse pero Manfredi ya no volvió a atender su teléfono. Fue entonces que su amigo lo fue a buscar al río en una lancha. “Entre las 19.30 y las 20 de ese martes, desde un remolcador y con reflectores me empiezan a marcar o a señalar que estaba flotando la moto de Manfredi, a unos 200 metros de la costa paraguaya, en la zona conocida como Los Silos (frente a Nemesio Parma)”. Lo extraño es que el jet-ski tenía puesta la llave de encendido (que Manfredi dijo haber perdido) y el teléfono celular estaba encendido, dentro de la embarcación. Unas 24 horas después y a unos cuatro kilómetros de la Isla del Medio fue hallado el cuerpo del empresario. La autopsia reveló que lo mataron de tres golpes en la cabeza y que le ocasionaron solamente lesiones internas. Esos impactos mortales fueron aplicados con un elemento romo, similar a un bate de béisbol. Algunos indicios, como ser que la víctima llevaba champagne y estimulantes, abonaron la teoría de que tenía pactado un encuentro. Un dato claveLos efectivos del vecino país ahora tratan de dilucidar si Manfredi ingresaba en forma frecuente a Paraguay. No sería un detalle menor el establecer si esta versión es cierta, teniendo en cuenta que si la víctima en algún momento llegó hasta la orilla de Encarnación en su jet-ski y descendió, podría haber sido ese el escenario del brutal ataque que terminó con su vida. No se descarta que mantuvo un altercado -por cuestiones que se desconocen- con una o más personas que lo habrían agredido. Por el momento, la teoría del robo como móvil del crimen se desvanece.





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