DAVOS, Suiza (AFP-NA). El optimismo se abre camino con cautela en el Foro Económico Mundial, que inició sus trabajos esta semana en la estación alpina de Davos, porque los riesgos para la economía mundial siguen muy presentes.Serán cinco días de reuniones en la estación alpina suiza, que congrega a la flor y nata del mundo de la política, las finanzas y la empresa. “En este momento en particular, las cosas están mucho mejor que hace doce meses. Hace un año estábamos realmente preocupados por la crisis del euro y el abismo fiscal en Estados Unidos”, recordó el vicedirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), Zhu Min.“Con todas las medidas políticas adoptadas, hay más tranquilidad ahora pero tenemos que tener mucho cuidado. Se han alejado los riesgos, pero todavía hay aspectos” que pueden torcer el camino, advirtió.La crisis seguirá hasta que haya una mayor regulación en los mercados, advirtió por su parte Jamie Dimon, presidente ejecutivo del banco JP Morgan Chase. “Si hacemos todo bien, saldremos de ésta. Si no, (la crisis) podría seguir otros diez años”, dijo Dimon, uno de los banqueros más influyentes del mundo.“Hace cinco años que empezó la crisis y todavía no sabemos lo que debemos hacer”, resumió Dimon, empezando por la regulación del mundo de las finanzas donde se gestó la crisis.Los datos son tozudos y muestran que la situación está lejos de mejorar. El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó a la baja la previsión de crecimiento para este año, al 3,5%, 0,1 puntos menos de lo previsto en octubre, a causa de la persistente debilidad en la Zona Euro, que caerá en recesión por segundo año consecutivo con una contracción del 0,2%, en lugar de un crecimiento de 0,2% previsto antes.Con el lema “Resistencia dinámica”, el foro de este año pretende crear la conciencia de que hay que resistir para ganar, “adaptarse a los cambios, aguantar choques repentinos y recuperarse de ellos al mismo tiempo que se buscan nuevos objetivos”.El desafío es hacer que la economía vuelva a crecer de manera estable y cree empleo, corrija las vulnerabilidades que persisten en el sistema financiero internacional y aguante riesgos sistémicos para evitar catástrofes mayores.Y cree además 600 millones de empleos nuevos. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), este año 202 millones de personas estarán en paro, un récord absoluto, que supone 5,1 millones más que el año pasado y 28 millones más que antes de la crisis. Y la sangría no habrá parado porque en 2014 se perderán otros 3 millones de empleos.“La incoherencia de las políticas monetarias y fiscales” ha “intensificado la incertidumbre, impidiendo inversiones más consistentes y una creación de empleos más rápida”, asegura el informe de la OIT. Latinoamérica debe despertarse de su letargoLatinoamérica es un subcontinente “dormido” que tiene la ocasión de despertar, aprovechando unos niveles de crecimiento sin precedentes, dijo en Davos el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli.“América Latina es un continente dormido, que está pronto a despegar, a despertar, y eso lo está demostrando con las tasas de crecimiento mayores que los europeos o asiáticos”, dijo Martinelli a la AFP tras participar en una mesa redonda sobre los desafíos y las transformaciones que se perfilan en la región.“Estoy seguro de que la oportunidad que tiene Latinoamérica no la va a desperdiciar en estos momentos”, dijo el mandatario, cuya economía creció en 2012 un 11% del Producto Interno Bruto (PIB) gracias en buena parte a las obras de ampliación del canal, la construcción de la primera línea del metro capitalino y un ambicioso plan de infraestructuras cuya inversión supera los 15.000 millones de dólares en cinco años.Pese a la crisis económica, Latinoamérica pasa por un buen momento, recordó el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, uno de los participantes en esta mesa redonda de la 43º edición del Foro Económico Mundial, cuyos trabajos, que durarán cinco días, se iniciaron el miércoles.A esta cita anual han acudido además del mandatario de Panamá, la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, y de Guatemala, Otto Pérez Molina, y el primer ministro de Perú, Juan Jiménez, además de ministros de otros países. “La región tiene que mejorar la productividad, que pasa por más inversiones en infraestructuras, más inversiones en ciencias y tecnología, mayor integración económica entre los países y encarar las reformas estructurales que son tan importantes”, dijo Moreno.Y es que en última instancia, las reformas estructurales son las que van a llevar al crecimiento, recordó. “Latinoamérica tiene la gran virtud de estar en una situación económica buena, que en la medida que encare esas medidas estructurales va a poder crecer más”, agregó.La reflexión sobre la desaceleración económica en occidente, que está afectando algunos sectores industriales, “está poniendo en el tapete la necesidad de iniciar las reformas estructurales lo antes posible”, agregó.A medida que las economías emergentes ganan relevancia en el contexto global, la región es ahora un terreno fértil para llevar a cabo negocios innovadores y modelos de desarrollo en los que participen tanto el sector público como el privado, recuerda el Foro.El WEF realizará del 23 al 25 de abril, en Lima, un foro dedicado a la región en el que pretende fomentar el debate sobre la consolidación de la modernización de sus economías e instituciones, crear una sociedad inclusiva y que responda a las necesidades de la futura generación, al tiempo que se persigue un desarrollo sostenible.





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