POSADAS. Luego de numerosos reclamos durante más de cuatro años ante los distintos estamentos oficiales para que arreglen la deteriorada calzada de la ruta 213, los vecinos de Santo Tomás (en el límite con Corrientes), con la adhesión de los habitantes de barrio Unidos, consiguieron ayer que una máquina de la Municipalidad de Posadas inicie las tareas en la zona.La ruta 213, en proximidades de su intersección con el bay pass Arco-Garita, está muy rota durante varios kilómetros, lo que imposibilita el tránsito de los camiones con productos que se elaboran en la zona y del servicio de colectivos.“Cuando llueve dos o tres días, el camino se rompe porque no cuenta con un entoscado suficiente. Es un problema que venimos sufriendo desde hace unos cuatro años, pero ahora no da para más porque los colectivos a veces no pueden entrar y la gente que tiene que ir a trabajar no puede hacerlo. Ya hubo casos en que perdieron sus puestos por eso. Estamos a quince kilómetros de Posadas y no podemos ir caminando”, indicó María Ramona Blanco, vecina de Santo Tomás.Unas treinta personas se hicieron presentes ayer a la mañana, aguardando la promesa del municipio de enviar una máquina para los arreglos. Con el paso de las horas comenzaron a impacientarse porque no había ninguna señal, incluso la policía estaba al tanto de la posibilidad del corte de la ruta y se hizo presente. Finalmente cerca de las 11 apareció la máquina y los ánimos se calmaron. Ahora esperan a que los arreglos se efectivicen.





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