POSADAS. Su historia no es distinta a la de muchos jóvenes misioneros que cruzan el arco para continuar con sus estudios, sin embargo, su buen desempeño, esmero y esfuerzo la enviaron de lleno a una de las satisfacciones más grandes que tuvo en su corta vida. Lourdes Stella Maris Page, es una joven odontóloga, que nació en Eldorado hace 25 años. Al finalizar la secundaria, la más chica de la familia se embarcó con destino a Corrientes, donde la esperaba su hermana mayor. Allí y luego de varios años de estudio, Stella Maris conoció las mieles del éxito universitario: la joven obtuvo dos medallas de oro. La primera por parte de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), donde fue galardonada por recibirse con un promedio general de 9,40. En tanto, la segunda medalla la recibió de manos de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) por la Academia Nacional de Odontología. Sobre cómo llegó a estudiar odontología, sus primeros pasos en la nueva profesión, los miedos a asistir al dentista y principalmente sobre cómo recibió la noticia de las medallas, la joven eldoradense dialogó con PRIMERA EDICIÓN, al que recibió en su nuevo consultorio. “Todavía hay olor a pintura fresca, porque nos estamos mudando”, dijo Stella Maris con respecto a lugar de trabajo, ubicado sobre la avenida Corrientes de la capital provincial. Allí atiende en compañía de su hermana, Griselda Rosmary, un par de años mayor y de la misma profesión. La historia de Griselda también es digna de contar, porque culminó sus estudios con un promedio muy alto también, aunque según ella su mujer virtud fue “guardar todos los apuntes. Parte de su nota y de las medallas son mías”, dijo entre risas Griselda. “Yo elegí odontología porque quería seguir una rama de la biología, en principio quise estudiar medicina pero no me gustaban las guardias ni las prácticas en los hospitales y por eso me incliné hacia la odontología porque es una rama independiente. Comencé a cursarla, cada día me gustó más y por suerte me fue muy bien”, indicó Stella con respecto a sus inicios en la carrera.En tanto, sobre las medallas, la joven señaló: “los premios fueron sorpresivos, no me lo esperaba. El año pasado me entregaron dos melladas, una en la UNNE y la otra de la UBA. Estas medallas fueron porque tuve uno de los mejores promedios de los egresados en el 2011”. “La verdad es que ni estaba al tanto que me podían entregar a mí las medallas, porque ya hacía un año que no estudiaba más. El proceso comenzó con un llamado desde la UNNE y después me avisaron desde Buenos Aires que debía presentarme a retirar la otra medalla, que por suerte la entrega la pude compartir con mis padres, quienes me acompañaron en el viaje”. Mitos sobre la profesiónLa joven profesional contó que se pudo insertar en el plano laboral gracias a la ayuda de un profesor que tuvo en Corrientes, “quien me recomendó con el odontólogo, Ramón César Aquino, el primero que me abrió las puertas de su consultorio”, afirmó y éste me contactó con el concejal Rolando Rubleski, quien me ayudó a ingresar a la asociación gremial y poder tener un banco más amplia de pacientes”. Mientras continúan reacondicionando los nuevos consultorios, que además ya tiene nombre “Dental Page”, las hermanas quisieron desmitificar los mitos existentes. “·Mucha gente le tiene miedo al odontólogo que viene de una fobia de la infancia y porque los padres muchas veces cuando un niño se porta mal le dicen el Policía te va a llevar o vamos al dentista y eso le produce miedo al niño”.“La odontología no es la de hace años atrás. Creció mucho”, cerró.





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