ENCARNACIÓN, Paraguay. Un individuo que estuvo internado en un neuropsiquiátrico fue detenido el pasado lunes a la tarde como principal sospechoso del homicidio de un niño en la localidad de Cambyretá, Itapúa (Paraguay).La fiscal del caso, Raquel Bordón, confirmó a los medios de ese país que durante la tarde del lunes fue detenido un hombre, domiciliado en la citada zona, lindante a la vecina ciudad de Encarnación, que surgió como el presunto asesino de un niño de un año y seis meses, cuyos restos óseos fueron encontrados durante la mañana de ese mismo día.El detenido posee antecedentes de haber estado internado en un hospital neuropsiquiátrico de Asunción (capital del Paraguay) y reside en Cambyretá desde este año, según informó la fiscal a radio Ñandutí de ese país.Un testigo vinculó al detenido con el crimen, por lo que por orden de la Justicia se concretó un allanamiento en su vivienda, donde lograron reunir evidencias que están siendo analizadas por el Ministerio Público.Asimismo, la funcionaria judicial indicó que aún no se ha establecido el móvil del crimen, que sacude a esa comunidad.El detenido prestaría su declaración ante la Fiscalía en turno durante las próximas horas.Por esta causa también está implicada una tía de la pequeña víctima, a cuyo cuidado había quedado antes de producirse su desaparición. La misma se encuentra con libertad ambulatoria.Horrendo finalHace una semana, precisamente el martes 15 de enero, el menor había quedado al cuidado de una tía, quien aparentemente lo dejó solo por unos momentos mientras iba al baño. Al regresar, el niño ya no se encontraba.Durante la mañana del lunes pasado, un perro encontró un hueso humano, perteneciente a un miembro inferior, y más tarde encontraron un cráneo, que estaba enterrado a unos 200 metros del lugar de su desaparición. Posteriormente, la madre confirmó que los restos pertenecían a su pequeño hijo. La mujer, identificada como Mariela Elisa Quintana Prieto (26), relató a los medios locales que “esa mañana, el perro de una vecina de la zona halló el cráneo y una pierna de mi hijo, cerca de la casa de la familia”. Antes del triste hallazgo estuvo a cargo de la búsqueda personal de la Policía Nacional de ese país, que contó con la ayuda de vecinos. Se rastrilló en busca del niño en los yuyales, sojales y montes de la zona, hasta que finalmente los perros hallaron sus restos óseos.





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