JARDÍN AMÉRICA. Poco menos de 24 horas duró la fuga del principal sospechoso por el sangriento crimen de Liliana Elizabeth Falcón (40), la mujer hallada degollada en un pinar de Colonia Naranjito en la tarde del último domingo.Después de que la verdad saliera a la luz gracias al relato de uno de los hijos de la víctima, en la mañana de ayer efectivos de la Policía de Misiones lograron detener a Santiago en una zona de espesa vegetación, entre Santo Pipó y Gobernador Roca, a más de veinte kilómetros de la escena del crimen.El acusado, que se había ganado la confianza de un vecino de General Urquiza con el que convivió durante una semana junto a los dos hijos de su ex, quedó ahora a disposición del Juzgado de Instrucción 1 de Puerto Rico, subrogado por el magistrado Osvaldo Lunge, en lo que parece ser el punto final de una historia increíble.Un asesino en casaEl dramático caso, de ribetes cinematográficos, se develó el domingo al mediodía, aunque comenzó el lunes 14 de enero, cuando Santiago llegó a la casa de Carlos, un vecino de Urquiza al que le pidió hospedaje mientras buscaba trabajo. Estaba con dos niños, de dos y siete años, y aseguraba que su mujer lo había abandonado por otro hombre.El sospechoso se ganó la confianza del dueño de casa y convivió con él hasta el pasado sábado, cuando salió a buscar trabajo y no regresó. Desde entonces, el mayor de los menores -los dos son hijos de Falcón- comenzó a contar cómo Santiago había degollado frente a ellos a su madre.El hospitalario vecino de Urquiza primero no le creyó, pero el niño insistió tanto que accedió a sus peticiones y dejó que lo guiara hasta un pinar de Naranjito. Allí estaba el cuerpo sin vida de la mamá de los pequeños, con un profundo corte en la garganta. La Policía cree que Santiago la mató el domingo 13, después de visitarla en la casa de otro hijo de la mujer, de 19 años, adonde buscó asilo ante la violencia que recibía por parte del sospechoso.Hecha la denuncia, el domingo por la tarde desde la Unidad Regional IX de Jardín América se encendió el alerta y se inició un operativo rastrillaje junto a la comisaría local y a las dependencias de Santo Pipó, Colonia Polana y General Urquiza.Debido al tiempo que había pasado desde la partida del hombre y el vasto terreno en el que buscar, el trabajo policial se tornó difícil, aunque el éxito fue posible gracias al testimonio de vecinos de la zona que aseguraron haber visto deambulando a un sujeto de características similares al buscado por los efectivos.El relato de potenciales testigos de la fuga fue encerrando al principal sospechoso, que finalmente fue detenido ayer alrededor de las 11.30 en un pinar, a mitad de camino entre Santo Pipó y Gobernador Roca. Había caminado unos 25 kilómetros y estaba notablemente agotado.Santiago, tal el nombre vertido por la fuerza provincial, prácticamente no se resistió a la detención. Esposado, caminó de regreso por el camino polvoriento hasta una patrulla, que lo llevó al calabozo donde ahora espera el llamado de la Justicia para rendir cuentas por el crimen de su ex pareja.Hasta anoche, la Policía buscaba el arma homicida -sería un cuchillo- aunque la misión era tan difícil como encontrar una aguja en un pajar.





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