POSADAS. Alertados y preocupados por el abandono de Estado provincial hacia los indígenas que todavía continúan “viviendo” en la plaza ubicada sobre la avenida Mitre de esta ciudad, los integrantes de la Fundación Tupá Rendá decidieron colaborar y desde hace un par de semanas reparten viandas. Las personas que integran la organización se reúnen todas las noches, cocinan y de manera desinteresada asisten a las distintas comunidades de mbya guaraníes que están en la plaza, donde los más pequeños y las mujeres mendigan ante la atenta mirada de los demás. “Hace dos semanas que estamos repartiendo cuarenta viandas por noche a los que están acampando a lo largo de la avenida Mitre”, reveló Rogelio Peralta a través de una red social. Según el propio hombre, “en el contacto con ellos relevamos que hay mujeres con posible Tuberculosis (TBC) y niños con bajo peso (desnutrición), incluso algunos con síntomas de parasitosis. También comprobamos que no son siempre los mismos grupos que están”. El colaborador comentó que a medida que transcurren los días van llegando familias completas de distintas comunidades y se quedan alrededor de un mes o más. Hace unas semanas atrás, un grupo de jóvenes voluntarios de una casa de estudios universitaria iba todos los días al lugar donde se ubican los nativos para brindarles el desayuno. “En especial porque hay muchos chicos y mujeres”, dijo María Talar, una joven universitaria proveniente del interior de la provincia. “Mientras las mujeres venden algunas artesanías u orquídeas, los niños mendigan por los barrios o semáforos. Lamentablemente comprobamos que no están emigrando a la ciudad por hacer turismos, realmente se encuentran en un estado de extrema vulnerabilidad”, indicó Peralta, quien además hizo un pedido al Gobierno provincial. “Hacemos un llamado de atención al Estado y a todas las direcciones, en Especial Asuntos Guaraníes, consejos de caciques u otros, que busquen proyectos concretos para trabajar con ellos sin perder sus costumbres y sin caer en el desarraigo, para que vuelvan a sus comunidades a vivir sus costumbres y tradiciones, que debemos valorar como una gran riqueza universal”. “Quiero aclarar que desde la Fundación Tupá Rendá estamos acompañando este humilde trabajo solidarios no como política social, simplemente como Iglesia que se preocupa por sus hermanos que viven en extrema pobreza”, cerró en su red social.





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