POSADAS. La presencia de indígenas en las plazas de esta ciudad ya es una imagen repetida. Y es aun mayor cuando llegan las fiestas de fin de año. PRIMERA EDICIÓN estuvo ayer con los integrantes de la comunidad mbya guaraní que acampan en la plaza ubicada sobre la avenida Mitre, en cercanías al Mástil posadeño. Allí mantuvo una conversación con algunos de los indígenas. Los integrantes de la comunidad de Puerto Leoni llegaron el lunes de la semana pasada a la capital provincial, la mayoría de ellos en colectivos de media distancia, pero también hubo algunas familias que viajaron “a dedo”, gracias a la voluntad de viajantes. Marcial es uno de los nativos que “acampó” en la plaza. En un diálogo con este medio argumentó que la falta de asistencia alimentaria y de herramientas de trabajo son los principales motivos por los cuales decidieron dejar su aldea y afincarse por unos días en la capital provincial. A pesar que no está en su espíritu, ni en su cultura, hay una problemática que avanza entre las aldeas nativas de la provincia: la mendicidad. Desde hace varios años atrás que se observa con frecuencia, en Posadas, a los niños indígenas pidiendo monedas, ya sea en la calle y a los automovilistas. “Señor no tiene una moneda para darme”, es una de las frases más escuchada por quienes pasan por ese lugar. Aunque no es el único espacio donde se acomodaron, ya que en la plaza San Martín y 9 de Julio también se apostaron los nativos originarios. Consultado sobre esta situación, Marcial respondió que “es decisión de cada uno. Lo que pasa es que muchos vinieron con sus familias enteras”. En la avenida, son los niños quienes se abalanzan sobre los automovilistas en busca de “un poco de plata”, mientras sus padres observan de cerca. “Es porque la gente les da monedas a los chicos, pero no a los grandes”, dijo un padre de familia un poco más alejado del grupo. Navidad fuera de casaMientras la gran mayoría de las personas se juntaban en sus hogares, casas de amigos o familiares, este numeroso grupo de indígenas pasó la Nochebuena en la plaza o “dando vueltas por ahí”, como contó Marcial. Si bien planean irse este fin de semana a Puerto Leoni y recibir el 2013 en su aldea, Marcial no descartó la posibilidad de que alguno se quede en Posadas. “Allá no tenemos nada”, dijo. Los indígenas llegaron a la capital para intentar conseguir algo de dinero, para ello trajeron algunos artículos artesanales para vender, sin embargo comentaron que la gente compra muy poco y solamente subsisten gracias a la solidaridad de los vecinos. Los aborígenes relataron que se acercaron algunas personas relacionadas con el Gobierno, al menos así les dijeron y les prometieron ayuda, pero nunca llegó. Mientras se alimentan con los pocos alimentos que pueden comprar y duermen sobre la tierra. “No hay nada”“Allá en Leoni no tenemos trabajo, sólo cuando vuelva la tarefa podremos hacer algo”, indicó Marcial y añadió que “la mayoría hace cosas artesanales para vender y poder llevar algo de dinero a sus casas”. Marcial reveló que la decisión de viajar a Posadas es porque en su pueblo “no hay nada”. “No tenemos ayuda, ni trabajo hasta que no vuelva la tarefa, entonces tuvimos que venir acá”, aseguró Marcial. El hombre también comentó que con la última tormenta que azotó la provincia, muchos de los compañeros perdieron parte de sus hogares. “Algunas casas se rompieron todo”, dijo Marcial. Mientras este diario hablaba con el hombre, unos cuatro chicos de una ONG les llevaron varias cajas de leche y chocolatada a los más pequeños para el desayuno.





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