El Gobierno nacional definió un nuevo esquema parcial de actualización de los impuestos a los combustibles, que implicará aumentos en enero de 2026, aunque sin aplicar en su totalidad los montos que corresponderían por la inflación acumulada. La medida fue oficializada mediante el Decreto 929/2025, publicado este martes en el Boletín Oficial.
La norma modifica el Decreto 617/2025 y establece montos concretos de incremento impositivo por litro para la nafta y el gasoil durante el mes de enero, al tiempo que postergó hasta el 1° de febrero de 2026 la entrada en vigencia del resto de las actualizaciones pendientes.
Según el decreto, para los hechos imponibles que se perfeccionen entre el 1° y el 31 de enero de 2026, el impuesto sobre los combustibles líquidos y el impuesto al dióxido de carbono se incrementarán de manera diferenciada según el producto. En el caso de las naftas, el aumento del impuesto sobre los combustibles líquidos será de $17,291 por litro, mientras que el impuesto al dióxido de carbono se incrementará en $1,059.
Para el gasoil, el esquema prevé un aumento de $14,390 por litro en el impuesto general, $7,792 adicionales en el tratamiento diferencial vigente para las regiones alcanzadas por el beneficio patagónico, y $1,640 correspondientes al impuesto al dióxido de carbono.
El decreto aclara que el resto de los incrementos impositivos pendientes, derivados de las actualizaciones trimestrales previstas por la Ley 23.966 y calculadas en función del Índice de Precios al Consumidor (IPC), comenzarán a regir a partir del 1° de febrero de 2026, y no desde enero, como estaba previsto originalmente.
Desde el Ejecutivo justificaron la decisión en la necesidad de sostener el crecimiento económico y administrar el impacto de los impuestos sobre los precios, en un contexto en el que los combustibles tienen un efecto directo sobre la inflación y los costos logísticos de toda la economía.
La normativa se inscribe en una serie de decretos que, desde 2024, vienen postergando de manera sucesiva la aplicación plena de los aumentos impositivos a las naftas y al gasoil, pese a que la legislación vigente establece su actualización automática en función de la inflación.
El decreto entrará en vigencia el 1° de enero de 2026, fecha a partir de la cual comenzarán a aplicarse los incrementos parciales definidos para el primer mes del año.





