En Misiones, al igual que a nivel nacional, el sistema de procuración y trasplantes logró durante 2025 recuperar niveles previos a la pandemia y consolidar un crecimiento sostenido que impacta directamente en la calidad y expectativa de vida de decenas de pacientes.
El coordinador del Centro Único Coordinador de Ablación e Implante de Misiones (CUCAIMIS), Luis Esquivel, destacó que los valores alcanzados este año no responden a una situación excepcional. “No es un evento ni algo casual. Hay un crecimiento sostenido y alcanzamos un pico que, con seguridad, el año próximo será superado”, afirmó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
Si bien 2019 continúa siendo un año récord -impulsado por la sanción de la Ley Justina, que generó un fuerte compromiso social con la donación-, los indicadores actuales muestran que la conciencia colectiva y la capacidad del sistema sanitario lograron sostenerse en el tiempo, incluso después del impacto que dejó la pandemia.
Donantes reales y trasplantes en la provincia
En lo que va del año, Misiones registró 26 donantes reales de órganos, un acto solidario que permitió concretar tres veces más trasplantes tanto en la provincia como en distintos puntos del país. En términos sanitarios, esto se traduce en más pacientes que acceden a un trasplante renal, recuperan la visión mediante un trasplante de córneas o encuentran una nueva oportunidad de vida gracias a un trasplante de médula ósea.
Durante 2025 se realizaron en Misiones 67 trasplantes, abarcando procedimientos renales, de córneas y de médula ósea. En el caso de los riñones, Esquivel explicó que la cantidad de ablaciones se duplica si todos los órganos procurados logran ser implantados, lo que refleja tanto la eficiencia del sistema como la necesidad permanente de donantes.
Casi el doble de donantes en diez años
A nivel nacional, la evolución también es significativa. En 2016, Argentina contaba con 11 donantes por millón de habitantes; hoy ese indicador asciende a 19 donantes por millón, y se estima que el año cerrará con 20 donantes por millón, meta fijada por el sistema nacional de trasplantes. “Misiones está justo ahí, acompañando ese crecimiento”, remarcó el coordinador del CUCAIMIS.
Detrás de estos avances existe una estructura sanitaria compleja y altamente regulada. Protocolos estrictos, controles permanentes, fiscalización y respaldo jurídico convierten a la Argentina en un país de referencia internacional en materia de procuración de órganos. “Ese trabajo silencioso es el que permite que, en el momento más difícil para una familia, el sistema responda con respeto, contención y profesionalismo”, explicó Esquivel.
En lo que va de 2025, Argentina alcanzó el récord histórico de donación de órganos y tejidos realizados superando a los valores alcanzados antes de la pandemia. Este año se efectuaron 906 procesos de donación de órganos en nuestro país. En lo que refiere a la donación de tejidos, este año se concretaron 1.242 procesos, superando las 1.156 donaciones efectuadas en 2024.
En lo que va de 2025 también se alcanzó el récord histórico de trasplantes realizados en Argentina: 4.497 personas recibieron un trasplante que les permitió salvar o mejorar su calidad de vida.
Modelo español
En comparación con otros países de la región, Argentina presenta valores de procuración y trasplante similares a los de Uruguay, Chile y Brasil. Incluso, dentro de Brasil, el Estado de Santa Catarina supera los indicadores de España, considerada el país con mejores resultados del mundo en donación y trasplantes. Sin embargo, Esquivel aclaró que estos números también reflejan realidades sociales distintas: “España hoy tiene una población envejecida. Los órganos de personas mayores se trasplantan, pero no siempre ofrecen los mismos resultados que los de donantes jóvenes”.
Esa realidad plantea un dilema ético y sanitario. “No es bueno tener órganos jóvenes, porque eso significa que hay jóvenes que mueren. El desafío del sistema de salud es salvar vidas y prevenir esas muertes, aun sabiendo que los órganos jóvenes suelen tener mejores resultados”, reflexionó.
El año pasado, España, referente mundial en trasplantes, marcó un hito al registrar por primera vez más donantes en asistolia que en muerte encefálica.





