La cumbre del Mercosur, que se desarrolla en Foz de Iguazú, comenzó con gestos fríos entre los presidentes de Argentina y Brasil, en un contexto atravesado por tensiones diplomáticas y por la postergación del acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.
Este sábado, el presidente Javier Milei fue protagonista de un saludo distante con su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en la antesala del encuentro que reúne a los mandatarios del bloque regional. Milei estuvo acompañado por el canciller Pablo Quirno, en una jornada marcada por la búsqueda de una estrategia común frente a las demoras europeas.
El foco central de la cumbre volvió a ser el tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, que iba a ser rubricado en esta instancia pero fue nuevamente aplazado hasta enero. La decisión respondió a resistencias de sectores agrícolas de Francia e Italia, que presionan para frenar el avance del acuerdo.
En ese escenario, el canciller de Paraguay, Rubén Ramírez, expresó una posición que sintetizó el malestar del bloque.
“Estamos dispuestos a avanzar, entendiendo que Europa tiene sus plazos para cumplir las cuestiones institucionales internas, pero los plazos no son infinitos”, advirtió.
Los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay intentan así construir una postura firme y coordinada frente a un acuerdo que lleva más de 25 años de negociaciones, y cuya dilación vuelve a poner a prueba la cohesión interna del Mercosur.
Fuente: Agencia de Noticias NA





