Por segundo año consecutivo, la Municipalidad de Oberá llevó adelante el programa Eco Héroe, una iniciativa dependiente de la Dirección de Turismo y Recreación que durante 2025 volvió a convocar a niños y niñas de entre 5 y 12 años con el objetivo de promover el cuidado del ambiente y fortalecer el vínculo con los espacios naturales de la ciudad.
“El Eco Héroe es un programa que busca generar conciencia ambiental, el cuidado de los recursos naturales y, sobre todo, un sentido de pertenencia por los espacios naturales de Oberá”, explicó el coordinador del programa, el profesor de Biología Marcos Britez. La propuesta apunta a que los más chicos no solo incorporen conocimientos, sino que se reconozcan como parte activa del entorno que los rodea.
Durante todo el año
Este año el programa se desarrolló en dos cohortes. La primera comenzó en marzo y finalizó en junio, mientras que la segunda se inició en julio y concluyó el sábado pasado. Además, durante el receso invernal se realizaron actividades especiales para sostener el trabajo educativo y el contacto con la naturaleza. “Trabajamos durante todo el año, incluso en vacaciones, porque creemos que estos espacios son fundamentales para reforzar lo aprendido”, señalaron. Anticiparon que también durante el verano tienen previstas actividades.
Las temáticas abordadas incluyeron contenidos vinculados a la flora y fauna local, como aves, reptiles, anfibios y otros grupos animales, además del conocimiento de monumentos naturales y la importancia de asumir una responsabilidad ambiental desde edades tempranas. “Buscamos que los chicos conozcan lo que tenemos en nuestra provincia y aprendan a cuidarlo”, destacaron.
Aprender de la experiencia
Uno de los pilares del programa es el aprendizaje a partir de la experiencia directa. “Más allá de la teoría que uno pueda enseñar, la exploración y lo práctico son claves: salir a los senderos, buscar insectos, semillas y que puedan tocar con sus propias manos despierta en ellos muchas ganas de aprender”, explicó el coordinador en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. Esta modalidad permite que los niños se acerquen de manera lúdica a la biodiversidad de Misiones. Entre las actividades más recientes, los participantes elaboraron bombas de semillas con especies nativas y frutales. “Hicimos bombas de semillas y las dispersamos en los senderos para que germinen”, comentó Britez.
En encuentros anteriores, el grupo visitó el Salto Berrondo, recorrió distintos senderos, ingresó al agua y realizó observaciones de aves, arácnidos, mariposas, orugas e insectos. “Salir a los senderos también implicó aprender a buscar e identificar las especies”, agregó.
La cita de los sábados, con apoyo de la familia
La fuerte impronta práctica del programa se refleja en la participación sostenida. “Hay mucha parte práctica y eso hace que todos los sábados quieran venir y se interesen en cada propuesta”, señalaron desde la organización. A este entusiasmo se suma el acompañamiento de las familias, que participan activamente en los encuentros. “Los papás nos cuentan que los chicos tienen ganas de venir, y eso para nosotros es muy importante”.
El impacto del programa también se mide en lo emocional
“Después de cada encuentro me voy contento, con muchos abrazos, y eso significa que a ellos les gusta y están interesados”, expresó el profesor. En total, entre la primera cohorte, las actividades de invierno y la segunda cohorte, el programa involucró a alrededor de 90 niños y niñas.
De cara a 2026, desde la Dirección de Turismo y Recreación adelantaron que ya se están planificando nuevas acciones. “Tenemos pensado realizar actividades durante el receso de verano y luego comenzar en marzo con una nueva cohorte”, indicaron, con el objetivo de dar continuidad a una propuesta que sigue sembrando conciencia ambiental desde la infancia.





