En un contexto de crisis económica, con costos en alza y cada vez menos margen para la solidaridad cotidiana, las organizaciones que trabajan de manera voluntaria con animales rescatados enfrentan un escenario cada vez más complejo. En Posadas, esa realidad golpea de lleno al grupo Ayudando Gatos Posadas, que lanzó una rifa solidaria para intentar sostener una tarea que lleva más de una década.
El objetivo de la rifa es afrontar el pago de una deuda que supera los 3 millones de pesos, acumulada por la atención veterinaria de gatos y perros rescatados de la calle, muchos de ellos con lesiones graves y tratamientos complejos. La iniciativa busca sostener una tarea que el colectivo realiza desde hace casi una década y que hoy se encuentra en riesgo por la caída de las colaboraciones y el aumento de los costos.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Andrea Vera, integrante del grupo, explicó que Ayudando Gatos nació alrededor de 2015, cuando un grupo de seis mujeres decidió organizarse frente a una realidad poco visible: la falta de concientización sobre el cuidado de los gatos, animales que históricamente fueron considerados “independientes” y, por ese motivo, menos asistidos que los perros.
Desde entonces, el trabajo se enfocó especialmente en gatos ferales, aquellos que nacieron y viven en la calle, sin contacto con humanos. En estos casos, el abordaje consiste en capturarlos con jaulas trampa, castrarlos y devolverlos a su colonia, una estrategia que permite reducir progresivamente la población, ya que los gatos castrados no se reproducen y tampoco permiten el ingreso de otros por su carácter territorial.
Andrea explicó que muchos gatos no muestran signos de enfermedad hasta estar en estado crítico, debido a su instinto de supervivencia. “La gente los encuentra cuando ya están muy mal, cruzando el arcoíris”, describió. Esa situación expone la falta de información sobre sus necesidades básicas: alimentación adecuada, vacunas, controles veterinarios y, fundamentalmente, castración temprana. Una gata sin castrar puede tener hasta cinco camadas en un solo año, lo que agrava la superpoblación y deriva en abandono, maltrato o envenenamiento.
La problemática se replica en distintos barrios de Posadas. Andrea relató su experiencia trabajando directamente en colonias de gatos, dialogando con vecinos -algunos solidarios, otros hostiles- y dedicando horas a la captura, traslado, castración, cuidado postoperatorio y liberación. Hoy, reconoció, ese trabajo es más difícil de sostener por falta de tiempo y recursos, aunque sigue siendo una de las estrategias más efectivas para el control poblacional.
En ese contexto, la situación económica del grupo se volvió crítica. La deuda actual, que supera los 3 millones de pesos, se fue acumulando a lo largo de seis o siete meses. Andrea detalló que comenzó con montos menores, que lograban reducir parcialmente, pero cada nuevo caso complejo volvía a disparar los gastos. Cirugías por fracturas, placas, análisis de sangre, radiografías y ecografías implican costos que van desde decenas hasta cientos de miles de pesos por animal.
Si bien el grupo nació enfocado en gatos, con el tiempo también comenzaron a asistir perros, en situaciones extremas. “No vamos a discriminar”, afirmó Andrea, aunque reconoció que eso incrementó aún más los gastos. A la par, la colaboración de la comunidad disminuyó, en un contexto económico general adverso.
La realidad social también impacta en la tarea diaria: personas que ya no pueden mantener a sus propios animales piden ayuda para darlos en adopción, pero temen exponerse a críticas. “Adoptar implica una responsabilidad de por vida”, remarcó Andrea, recordando que una mascota puede vivir entre 8 y 15 años, con gastos permanentes de salud y cuidado.
Para intentar revertir la situación, el grupo lanzó una rifa solidaria, cuyos fondos se destinarán íntegramente a reducir la deuda veterinaria.
La propuesta incluye tres premios:
- Primer premio: una PlayStation
- Segundo premio: un celular Xiaomi
- Tercer premio: una orden de compra por 50.000 pesos en Pastas Meligatti
El valor del número es de 6.000 pesos, o dos por 10.000, y aún resta vender más de la mitad de los números, alrededor de 500. El sorteo, que inicialmente estaba previsto para diciembre, fue reprogramado para el 6 de enero, ya que no se alcanzó el mínimo necesario. Se realizará en vivo por Instagram, mediante una aplicación de sorteo, garantizando transparencia y chances para todos los participantes.
Además de la rifa, quienes deseen colaborar pueden hacerlo mediante transferencias al alias ayudando.gattos, a nombre de Norma Mladinic, o comunicarse por Whatsapp al 3764 203134. “Mil pesos, quinientos, lo que sea, suma”, expresó Andrea.
El grupo trabaja en articulación con veterinarias que les permiten mantener cuentas corrientes, a las que agradecieron especialmente. También destacó el rol del IMuSA, que brinda atención primaria y castraciones gratuitas, una herramienta clave para quienes no pueden afrontar costos privados y para fomentar la tenencia responsable.
Sin embargo, Andrea fue sincera: la continuidad del grupo está en evaluación. “Se vuelve cuesta arriba”, dijo, y aclaró que no se trata de un reclamo, sino de una realidad. “Cuando la gente necesita ayuda se acuerda, pero cada tanto acordarse con una colaboración también ayuda”.
Apuntó a la conciencia colectiva: castrar, cuidar y entender que una mascota no es un objeto descartable. Y cerró con una frase contundente: “Si te molestan los gatos o los perros… armate una pecera”.




