El movimiento de argentinos hacia Encarnación por las fiestas de fin de año muestra un comportamiento distinto al de años anteriores, marcado por la situación económica en Argentina, el tipo de cambio y nuevas formas de consumo, según explicó Conrado Kiener, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Encarnación. Si bien reconoció una caída en el volumen de compradores, destacó un crecimiento del turismo vinculado a la hotelería, la gastronomía y las escapadas de fin de semana, además de mejoras en el control migratorio unificado.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Kiener señaló que, al comparar con temporadas anteriores, el flujo comercial no alcanza ni siquiera la mitad de lo registrado en otros años, tomando como referencia el período previo. Aclaró que no se trata de una crítica a las políticas económicas argentinas, sino de un análisis del impacto directo que esas condiciones tienen en Encarnación.
Según explicó, el escenario actual está atravesado por un doble condicionante cambiario. Por un lado, la relación entre el dólar y el peso argentino; por otro, la apreciación del guaraní frente al dólar, una situación que reduce la competitividad de precios en Paraguay. Aun así, remarcó que siguen existiendo diferencias de precios, especialmente porque los valores en Argentina aumentaron considerablemente.
En ese contexto, Kiener indicó que continúa llegando público argentino, aunque con objetivos distintos. “Vemos mucha gente que viene a comprar mercadería para reventa en Argentina”, explicó, al tiempo que destacó que otro segmento elige Encarnación para pasar las fiestas, alojándose en hoteles y disfrutando de la gastronomía y los atractivos turísticos de Itapúa.
El dirigente subrayó que la ciudad y la región cuentan hoy con condiciones muy favorables para el turismo, impulsadas en parte por las mejoras realizadas durante el Rally Mundial. Playas, hoteles, propuestas gastronómicas y sitios turísticos cercanos -como las reducciones jesuíticas, otras playas y espacios de naturaleza– conforman una oferta que atrae tanto a argentinos del Chaco y Corrientes como a visitantes de Posadas, muchos de los cuales se alojan de viernes a domingo y combinan compras con descanso y paseos.
Si bien evitó brindar cifras concretas sobre costos de alojamiento, Kiener explicó que la oferta es muy amplia, con alternativas que van desde hoteles de cinco estrellas hasta posadas turísticas y departamentos en alquiler. En términos generales, afirmó que los servicios gastronómicos presentan una diferencia de precios importante respecto de Argentina, al igual que productos como electrónica, cubiertas y regalos, aunque aclaró que las brechas no siempre son tan amplias como en otros momentos.
En cuanto a los rubros con mayor movimiento, indicó que juguetería, indumentaria y artículos para regalos mantienen su protagonismo habitual. También destacó los productos de supermercado, en particular los lácteos, que muchos argentinos eligen tanto por precio como por calidad. A partir de su experiencia cotidiana -realizando compras y dialogando con visitantes- señaló que ese intercambio directo funciona como un termómetro real del consumo.
Respecto a los productos que no pueden cruzarse, mencionó el caso de las carnes, aunque remarcó que la calidad de carnes y chacinados paraguayos es muy valorada, incluso cuando el consumo se limita a una comida durante la estadía. “Venimos, comemos un asado y volvemos”, resumió.
Kiener también puso el foco en la presión impositiva, al señalar que Paraguay tiene una carga fiscal significativamente menor que Argentina, lo que ayuda a sostener precios más estables. Sin embargo, aclaró que la apreciación del guaraní genera dificultades incluso para los exportadores paraguayos, al no resultar favorable el actual valor del dólar.
De cara a 2026, el presidente de la Cámara encarnacena se mostró moderadamente optimista. Reconoció problemas de cobranza, una situación común en el comercio, y admitió que Encarnación depende en gran medida de la economía argentina. “Si a la Argentina le va bien, eso nos contagia a nosotros”, afirmó, y señaló que el comercio encarnaceno sufre día a día los mismos vaivenes.
En ese marco, destacó algunos factores positivos, como la nueva conexión aérea de Flybondi entre Buenos Aires y Encarnación, que amplió las posibilidades de llegada de visitantes, y el flujo de paraguayos que viajan para las fiestas, lo que también genera movimiento comercial.
Finalmente, valoró especialmente la mejora en el sistema de control migratorio unificado en el puente internacional. Según explicó, desde su implementación entre julio y agosto, el procedimiento se volvió más ágil, con mayor predisposición de los funcionarios, especialmente del lado argentino. La eliminación del antiguo “papelito” y la realización del control migratorio en un solo punto facilitaron el cruce, reforzando la idea del puente como un nexo de unión entre posadeños y encarnacenos, y no como una barrera.
“Los comerciantes somos resilientes.Hemos pasado momentos muy duros y siempre seguimos esperando cosas buenas”, concluyó Kiener.




