La industria láctea de Misiones enfrenta una grave crisis que combina un excedente de producción primaria con una retracción profunda en el consumo. Las principales cooperativas del sector en la provincia atraviesan una tormenta con distintos frentes: un flujo creciente de leche que llega desde las chacras, bajas ventas en el mostrador y una competencia desigual con productos que ingresan desde las provincias de la región central del país a precios más bajos. Ante este escenario, el horizonte productivo no presenta soluciones simples a corto plazo.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Antonio Da Camargo, presidente de la Cooperativa Sol de Aurora, describió un panorama complejo marcado por el aumento de la producción de leche en las chacras misioneras, la cual no encuentra una salida hacia el mercado. Según el directivo, la necesidad de sostener la competitividad obligó a las entidades a realizar recortes significativos en los valores de venta.
“Tuvimos que bajar mucho el precio de la leche al productor, que está muy enojado por el mismo tema de la crisis económica”, indicó.
La presión sobre el sector es doble: por un lado, “la necesidad de mantener la calidad bajo estándares de perfección para acceder a las grandes cadenas de supermercados y, por otro, la desventaja frente a las grandes industrias lácteas de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos”.
Da Carmargo explicó también que la logística representa el principal obstáculo para las plantas locales: “Estamos lejos de las grandes industrias donde se compran los insumos. El flete nos encarece mucho”. Esta diferencia de costos operativos permite que el queso proveniente de otras provincias llegue a las góndolas locales con valores que las cooperativas misioneras “difícilmente pueden igualar sin comprometer su rentabilidad”.
Sobrestock y un factor estacional
Desde la Cooperativa del Alto Uruguay (CAUL), su presidente Fernando Da Silva, también dialogó con este Diario y coincidió en que la estacionalidad agrava el problema. “En esta época del año, los ciclos naturales de las cuencas lecheras incrementan la disponibilidad de materia prima, justo en el momento en que la demanda de consumo interno tiende a disminuir”, explicó.
“Hay stock de quesos, pero estamos preocupados por la baja demanda que estamos teniendo. Necesitamos vender para poder pagarle al socio productor”, manifestó Da Silva.
La CAUL, que comercializa principalmente en la zona centro y Puerto Iguazú, mantiene un sistema de pagos quincenales a los colonos, un compromiso financiero “que se vuelve difícil de sostener cuando el producto terminado no rota en las cámaras de frío”.
Precios y estrategias
Las cooperativas indicaron que, ante la caída del poder adquisitivo, el comportamiento del consumidor se volcó estrictamente hacia lo más barato. “Hoy la demanda es el precio, la gente busca precio por la crisis que hay. No alcanza más la plata”, expresaron.
Así, Sol de Aurora -indicó Da Camargo- decidió comercializar a valores al por mayor en puerta de fábrica, con el fin de traccionar ventas: “El queso cremoso cuesta $4.600, la barra vale $5.600 y la mozzarella tiene un valor de $5.700”, detalló.
Para intentar revertir la parálisis de las ventas, las cooperativas misioneras apuestan a dos estrategias: la diversificación de productos, buscando ampliar la oferta con crema, manteca y variedades de quesos como el Sardo, Holanda y saborizados; y también a través de capacitaciones técnicas.
De hecho, recientemente se llevó a cabo un curso de lácteos en la Cooperativa Sol de Aurora de la que participaron las entidades del sector en la provincia, buscando optimizar procesos.
Perspectivas para 2026
El sector lácteo misionero centra sus expectativas en la temporada de Semana Santa, “un período donde aumenta el consumo de quesos y podría aliviar el stock acumulado que tenemos”, indicaron.
No obstante, la incertidumbre persiste sobre la sostenibilidad del sistema si las condiciones económicas no varían.
“Estamos trabajando incansablemente para ver si esa crisis pasa. Tenemos una gran esperanza de que el año que viene pueda ser un poquito mejor, porque hoy está bastante difícil”, concluyó Da Camargo, advirtiendo que, de no estabilizarse la situación financiera, “el próximo año presentará desafíos operativos difíciles de afrontar para la cooperativa”.








