La actividad de las pequeñas y medianas empresas de Misiones continúa atravesada por un escenario de cautela, condicionado en gran medida por el contexto macroeconómico nacional. Así lo refleja la última Encuesta Provincial de la Confederación Económica de Misiones (CEM), elaborada con datos relevados durante noviembre entre 219 empresarios de distintos sectores productivos y comerciales de toda la provincia.
El relevamiento muestra que el movimiento económico fue calificado mayoritariamente como “regular” por el 41% de los encuestados, una tendencia que se mantiene prácticamente sin cambios desde mediados de año. Si bien un 13% consideró que la actividad fue “buena”, un 28% la evaluó como “mala” y un 11% como “muy mala”, lo que evidencia un consumo retraído y un nivel de ventas que no logra consolidar una recuperación sostenida.
En ese marco, la incertidumbre económica continúa impactando de lleno en las decisiones empresariales. Más del 85% de las pymes manifestó que evita tomar definiciones vinculadas a recursos humanos, una conducta que se repite mes a mes y que da cuenta del freno en la generación de empleo. Entre quienes analizan incorporar personal, las principales dificultades señaladas son las cargas laborales elevadas, la inestabilidad económica, el temor a juicios laborales y el riesgo sindical.
Las problemáticas que más afectan la operatoria diaria de las empresas están fuertemente asociadas al contexto nacional. La carga tributaria encabeza el listado de preocupaciones, seguida por el costo laboral y la recesión, a lo que se suman las dificultades para acceder al financiamiento y los efectos de la corrupción. Según el informe, estas variables se mantienen como un denominador común en los últimos meses, en un escenario atravesado por políticas económicas restrictivas y ajustes que repercuten directamente en la actividad privada.
Otro dato relevante del relevamiento de la Confederación Económica de Misiones es el nivel de endeudamiento que atraviesan las pymes. Según la encuesta, el 54% de los empresarios consultados mantiene deudas con bancos, financieras u otras entidades, en su mayoría originadas como consecuencia directa de la crisis económica y no por decisiones de inversión. Este escenario profundiza la fragilidad del sector ante la caída de la producción y el desplome de las ventas por la crisis nacional.
Entre quienes se encuentran endeudados, el plazo de financiamiento más frecuente es de 12 meses, seguido por compromisos a 24 y 36 meses. Si bien un 31% considera que su deuda es poco significativa, un 28% la evalúa como importante y otro 8% como muy importante, lo que refleja una presión creciente sobre la estructura financiera de las empresas en un contexto de tasas elevadas y acceso limitado al crédito.

En ese sentido, la encuesta también indagó sobre la posibilidad de renovar o refinanciar préstamos. Más de la mitad de los empresarios indicó que no necesita hacerlo, mientras que un 26% no logró refinanciar sus compromisos y solo un 20% pudo acceder a ese alivio financiero. Los datos refuerzan la percepción de un entramado pyme que atraviesa un momento delicado y que observa con atención las definiciones económicas del Gobierno nacional, en espera de medidas que permitan sostener la actividad y recuperar previsibilidad.
En el plano provincial, los empresarios también señalaron la presión impositiva y las barreras arancelarias como los principales obstáculos, mientras que a nivel municipal sobresalen la informalidad, la competencia desleal, las tasas internas y el impacto del movimiento comercial fronterizo, factores que complejizan aún más la sostenibilidad de las pymes locales.
Pese a este panorama, la percepción sobre el futuro del país muestra matices. Casi la mitad de los encuestados considera que Argentina podría crecer en los próximos seis meses, aunque un porcentaje significativo admite no tener certezas al respecto. En contraste, la mirada sobre la evolución de Misiones es más prudente: solo el 15% cree que la provincia crecerá, mientras que una mayoría considera que no lo hará o no logra proyectar un escenario claro a corto plazo.
Otro indicador que refleja las tensiones del actual contexto es la mora en los pagos. Durante noviembre, más de un tercio de los empresarios señaló un aumento leve en los atrasos de sus clientes, mientras que otro segmento advirtió un incremento significativo. A esto se suma la persistencia de cheques rechazados .






