Gabriela Gómez
Especialista en Cromoterapia
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En tiempos donde el bienestar personal se vuelve una prioridad y no un lujo, cada vez más personas buscan herramientas que les ayuden a conectar con su identidad más profunda. Entre ellas, la cromoterapia que utiliza la energía vibracional de los colores para equilibrar emociones y estados internos, es una aliada para quienes desean comprender mejor quiénes son y en qué etapa vital se encuentran.
En este camino, el color amarillo aparece como protagonista. Su energía está directamente vinculada al plexo solar, el centro energético asociado al poder personal, la autoestima, la determinación y la manera en que nos relacionamos con el mundo desde nuestra autenticidad.
El plexo solar y el tiempo presente:
Ubicado en la boca del estómago, el plexo solar es considerado el motor de nuestra identidad activa. Cuando este centro energético está equilibrado, la persona siente claridad, propósito y capacidad para tomar decisiones desde un lugar firme y luminoso. Su sola presencia hace que las miradas se posen en el.
Pero cuando se desequilibra, la duda, el miedo a avanzar, la autocrítica excesiva y la dispersión emocional pueden convertirse en obstáculos cotidianos. La cromoterapia trabaja precisamente allí, en devolverle luz a ese espacio interno que a veces se opaca por el ritmo acelerado de la vida y por las exigencias externas.
¿Quién estoy siendo hoy ahora? una pregunta que vibra en amarillo
La identidad no es estática. Cambia, se expande, se repliega y vuelve a tomar forma tantas veces como sea necesario. Preguntarse “¿Quién soy en este momento de mi vida?” es un acto de honestidad que requiere valor. Y ese valor es, justamente, la vibración pura del amarillo.
El amarillo ilumina lo que somos ahora, sin filtros. Es un color que invita a reconocernos, a nombrar nuestras fortalezas, a aceptar nuestras sombras sin juicio y a abrazar un estado presente que muchas veces dejamos pasar entre ocupaciones y responsabilidades.
Dentro de la cromoterapia, el amarillo es conocido por:
• Activar la mente clara y mejorar la capacidad de enfoque.
• Estimular la motivación interna, especialmente en etapas de cambio o transición.
• Fortalecer la autoestima, no desde el ego, sino desde la autovaloración genuina.
• Favorecer el movimiento, tanto a nivel emocional como físico, impulsando decisiones.
Por eso, trabajar con el amarillo en el plexo solar permite ordenar lo interno, iluminar lo que está en duda y reconectar con la propia confianza.
En un mundo que suele exigir certezas rápidas, detenerse a sentir quiénes somos aquí y ahora se vuelve un acto revolucionario. La cromoterapia propone un camino simple pero profundo: dejar que el color actúe, que la vibración amarilla despierte lo que ya está dentro, que nos devuelva la fuerza y el brillo que a veces olvidamos.
El “quién soy” del presente no es una meta, sino un estado. Y el amarillo, desde su energía cálida y expansiva, nos recuerda que siempre podemos volver a ese centro, encender nuestra propia luz y avanzar con claridad hacia lo que verdaderamente queremos ser.
En este hermoso domingo: ¿Quién estás siendo hoy?








