La localidad de San Javier celebró un nuevo capítulo de su emblemática Fiesta de Intertribus, una tradición escolar que se mantiene viva desde 1989 y que moviliza a toda la comunidad educativa en torno al deporte, la creatividad y el sentido de pertenencia. Lo que nació como una iniciativa del Departamento de Educación Física, inspirada en los pueblos guaraníes de la región, se transformó con el tiempo en uno de los eventos más convocantes y representativos de la institución.
La propuesta comenzó hace 35 años con un objetivo claro: motivar a los estudiantes a través de la conformación de dos tribus simbólicas que canalizaran el entusiasmo, la competencia sana y el trabajo en equipo. Así surgieron Ivitírigua, la tribu roja, representada por la fuerza, la perseverancia y la tenacidad, y Tucán, la tribu azul asociada a la pureza, la lealtad y el honor.
En los inicios, la idea fue impulsada por la docente Liliana Chade, por entonces integrante de la Escuela de Comercio de la localidad, y los primeros caciques fueron los profesores de educación física José Rigo (tribu azul) y Rubén Pinto Da Silva (tribu roja). Con el paso de los años, la actividad creció y se consolidó, sumando el acompañamiento de todas las áreas de la institución y ampliando su estructura organizativa.
Hoy, las Intertribus cuentan con un amplio cuerpo de autoridades compuesto por caciques, hechiceras, hijos de cacique, hijos de hechicera y consejeros, figuras que se renuevan cada año y que colaboran en la coordinación de las múltiples actividades que se desarrollan a lo largo del ciclo lectivo.
Un año entero de competencias y un cierre multitudinario
Durante todo el año, los alumnos participan de actividades deportivas y grandes juegos, siempre bajo la premisa de promover la competencia sana, la cooperación y el compañerismo. Más allá de las lógicas tensiones propias del juego, el espíritu que guía a las tribus es el de trabajar en equipo y fortalecer los vínculos entre estudiantes.
El cierre de la edición 2025 se realizó este jueves ante más de 1.500 personas, en un evento que incluyó 36 esquemas y coreografías, invitados especiales y una puesta en escena que reflejó el esfuerzo sostenido durante meses. El momento más esperado fue, como cada año, el gran juego final que define a la tribu ganadora.

“Es un orgullo para nosotros. Es un evento muy grande, con mucho acompañamiento tanto de nuestra institución como de organismos externos, como la Municipalidad, que siempre nos apoyan”, destacaron los organizadores.
Una tradición que sostiene al área de Educación Física
La Fiesta de Intertribus no solo representa una celebración de identidad y comunidad: también cumple un rol clave en el sostenimiento del área de Educación Física. Los fondos recaudados durante la fiesta se destinan a cubrir materiales, mantenimiento de elementos deportivos y necesidades operativas del área, que no siempre cuenta con apoyo suficiente.
“Lo que mostramos en la fiesta es el trabajo de todo el año. Queremos demostrar que todas las áreas pueden involucrarse y que, aun con competencia, todo se construye en equipo”, remarcaron los docentes.
Con más de tres décadas de historia, la Fiesta de Intertribus se consolida como una de las expresiones culturales y educativas más significativas de San Javier, una celebración que combina deporte, tradición y comunidad, y que cada año renueva su apuesta por formar estudiantes comprometidos, creativos y orgullosos de pertenecer.










