Tras la la publicación del Decreto 812/2025 –vaciando por completo de poder regulatorio al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) y oficializando de esta forma el libre mercado absoluto en la yerba mate– la cadena yerbatera enfrenta un escenario de tensión creciente entre productores y grandes industriales. En ese marco, el doctor en Economía y magíster en Ciencia de Datos, Darío Ezequiel Díaz analiza en su informe “Cuando la desregulación traiciona al productor” por qué la apertura sin contrapesos puede profundizar la concentración y vulnerar al eslabón más débil del sector.
Díaz advirtió que la desregulación del mercado yerbatero planteada por el decreto 812/2025, lejos de modernizar la actividad, provocará una “transferencia masiva de renta desde 12.000 productores hacia un pequeño grupo de empresas industriales”. En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, el especialista explicó que liberar completamente un mercado “estructuralmente asimétrico” solo consolidará oligopolios, en vez de impulsar la competencia.
A partir de esta idea, Díaz subrayó que los supuestos básicos para que un mercado funcione de manera eficiente –muchos compradores y vendedores, información perfecta, libre entrada y salida– no se cumplen en la cadena yerbatera. Por el contrario, recordó que se trata de un oligopsonio, con pocos compradores y miles de pequeños productores expuestos, además, a factores climáticos y a la propia volatilidad del cultivo. En ese contexto, sostuvo que la desregulación “profundizará distorsiones ya existentes”.
Sobre este punto, el economista anticipó que una liberalización total desembocaría en una mayor concentración, donde las empresas con mayor capacidad financiera “irán absorbiendo a las más chicas”. Esa dinámica, dijo, se asemeja a una lógica de “Darwin social”, que pondrá en riesgo la estructura productiva yerbatera y su entramado social.
Frente a este panorama, Díaz planteó que no es necesario regresar a modelos intervencionistas rígidos, sino aplicar “diseños institucionales inteligentes”. En esa línea, propuso cuatro alternativas concretas:
Precios piso indexados a costos auditados, actualizados mensualmente.
Fondos anticíclicos para actuar en crisis climáticas o caídas de demanda.
Sistemas graduales transferibles de cuotas productivas, como herramienta anti concentración.
Fortalecimiento y rediseño del INYM, con foco en certificaciones internacionales y una política exportadora más sólida.
Sin embargo, aclaró que ninguna de estas opciones se está implementando hoy. Además, cuestionó la idea -muy difundida en favor de la desregulación- de que la libre entrada corregirá el oligopsonio. Para Díaz, eso es inviable porque las barreras del sector “no son legales, son estructurales”. Entre ellas mencionó que un secadero eficiente exige millones de pesos de inversión, mientras que los grandes jugadores controlan verticalmente la cadena: secado, molienda y distribución.
A esto se suman los altos costos de certificación y acceso a góndola, que los pequeños productores no pueden afrontar. Por ello, insistió en que la desregulación, por sí sola, no aumentará la competencia real.
Consultado sobre el rol del Estado, el economista sostuvo que la solución debe surgir de la Nación, dado que la actividad involucra a Misiones y Corrientes. Si bien admitió que el viejo esquema del INYM tenía fallas -como la exigencia de unanimidad para fijar precios-, remarcó que pasar de un modelo rígido a una liberalización extrema “no es el camino”.
Por eso, consideró fundamental una transición gradual, políticas de mediano y largo plazo y un diagnóstico apoyado en datos. Destacó que en Misiones existen estudios valiosos producidos por la UNaM, que podrían guiar un rediseño más equilibrado del sector. “Si se deja actuar solo al más fuerte, aparecen problemas sociales graves”, advirtió.
Finalmente, señaló que garantizar competitividad sin desproteger al productor requiere precios piso bien diseñados, financiamiento accesible para modernizar la actividad y un conjunto de medidas integrales. “Hay que aprender de los fracasos y evitar repetirlos”, concluyó.
El informe completo aquí👇
Cuando la desregulación traiciona al productor Por Dario Diaz




