Los días de calor intenso y humedad elevada desataron una oleada de denuncias por la presencia de alacranes, ratas, cucarachas, arañas y víboras en patios, desagües y en el interior de las casas.
Esta irrupción, propia del inicio de la temporada estival, puso en alerta a las autoridades municipales y generó preocupación entre los vecinos, ya que son ejemplares que representan riesgo para la salud humana y de las mascotas.
“El fenómeno se da por la necesidad de estos animales y también de otros insectos, como abejas y avispas, de buscar mejorar las condiciones de su hábitat afectados durante el invierno”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el biólogo Duniet Marrero, jefe del departamento de animales urbanos de importancia sanitaria de la Municipalidad de Posadas, quien se encuentra al frente de las tareas de prevención y asistencia al vecino.
“Con la llegada de la primavera y el verano la gente también participa en más actividades al aire libre o realiza tareas en el hogar o el patio donde estos animales o insectos buscan refugio y ahí es donde se producen estos encuentros indeseables”, graficó.
“Al igual que les pasa a las personas, al aumentar las temperaturas, hay más necesidad de refrescarse, de salir a buscar lugares húmedos o lugares con sombra”, amplió el experto.
Y luego describió que “esa búsqueda a menudo los lleva a los desagües y a las cañerías de los hogares, lo cual propicia su ingreso a los domicilios”, acotó.
“Buscan principalmente la humedad del piso del baño, o de los lugares donde tenemos los desagotes dentro de la casa”, dijo el funcionario quien subrayó que “la prevención es la herramienta más efectiva para evitar accidentes”.
A su vez, explicó que ante la aparición de ejemplares, se pueden realizar la denuncia al Whatsapp 3764 -130497, desde donde la tarea municipal se articula en una respuesta gradual.
“La primera acción es la visita al domicilio para evaluar las condiciones y ofrecer recomendaciones de prevención; la segunda es la intervención química, como la fumigación, que solo se valora ante situaciones de aparición reiterada de ciertos ejemplares, como por ejemplo alacranes, aparición consecutiva”, sostuvo.
“De todas maneras el tratamiento químico siempre va a ser la última instancia, porque tampoco es aconsejable su uso, ya que puede dañar la salud”, remarcó.
Marrero explicó asimismo que la injerencia de su área se centra en aquellos animales que representan algún riesgo sanitario, tras señalar que esta clasificación excluye a los animales autóctonos, como ositos meleros o comadrejas “que suelen meterse a las casas a buscar comida, y la gente les tiene miedo, pero no son vectores de zoonosis y es el ministerio de Ecología quien dispone su tratamiento”.

“La mejor solución es quitar aquello que les brinde agua y refugio”
Los animales ponzoñosos, como el alacrán y la víbora, y los transmisores de enfermedades, como los roedores, salen de sus refugios naturales atraídos por el calor y la humedad que encuentran en los entornos urbanos.
Por ello, en cuanto a las advertencias a la población por los animales de riesgo sanitario, el biólogo Duniet Morrero aseguró que “el primer consejo, y es uno de los más importantes, es evitar el contacto directo para prevenir un accidente por mordedura, picadura o ataque”.
“Tampoco hay que improvisar soluciones buscando consejos en internet o algo que alguien nos comenta, porque podríamos ser atacados”, pidió Duniet Morrero.
Para el experto, “el pilar de la prevención se basa en la eliminación de los elementos que suplen las tres necesidades fundamentales de cualquier ser vivo: alimento, agua y refugio”.
“Si el vecino cumple con las recomendaciones de mantener un ambiente saludable, libre de malezas, de restos de materia orgánica, basura, escombros o maderas en el patio, dará el paso más efectivo, porque son elementos que pueden servirles de refugio.
En el ámbito del hogar, las medidas de exclusión son más críticas y aconsejó “tener las camas separadas de la pared, sacudir sabanas y ropa de trabajo antes de usarla, y sacudir los zapatos antes de ponérselos”.





