Cada año, casi cada día, resulta más evidente la urgencia de abordar los crecientes problemas ambientales. Solo tenemos un planeta y está en peligro. Por eso, tenemos que cambiar radicalmente nuestra relación con la naturaleza y con los demás seres vivos: diseñar y crear un mundo común a todos.
Las reservas de biósfera son un claro testimonio de que se puede vivir en ese mundo común, con una relación sostenible y armoniosa: allí se crean vínculos entre la conservación de la naturaleza (gracias a la preservación de la diversidad biológica y cultural), la investigación científica (mediante la investigación, el seguimiento, la educación y la formación), el desarrollo sustentable (mediante un desarrollo económico sostenible a nivel sociocultural y medioambiental) y las comunidades locales.
Hoy, en el Día Internacional de las Reservas de Biósfera, proclamado por la UNESCO en 2021, podemos inspirarnos en las soluciones que ya se están poniendo en práctica en estas áreas para conseguir un desarrollo sostenible real, que respete la naturaleza y todo el mundo vivo.









