Hoy comparto algunos factores influyentes en los rasgos de intranquilidad en tu peludo al encontrarse con otros perros. Esos miedos, incluso hacia otras especies, pueden ser producto de emociones traumáticas cuando cachorro. A veces, al ser adoptado, no tenemos detalles de esa etapa y hasta un juego con un compañero de mayor porte o más enérgico pudo haber causado el daño.
La falta de contacto con el mundo exterior, entre los 2 y 4 meses, resulta en una socialización deficiente y perjudica su vida adulta. Si no se relacionó con otros perros, otras especies, con niños, con sonidos en espacios públicos, de mayor le resultará traumático.
La genética influye, algunas razas son “menos sociales” o más solitarias. El haber sido separado de su madre y hermanos tempranamente, también pudo ser perjudicial para el perro.
Tu conducta también puede reforzar sus miedos. Evita acariciarlo, abrazarlo o hablarle en tono suave cuando se muestre angustiado frente a otros perros, esto refuerza el miedo ya que estás aprobando su conducta. Que no lo consientas no significa que seas indiferente a lo que está expresando.
Ayudar a tu amigo a superar sus miedos requiere paciencia, amor y progresividad. Primero, la desensibilización progresiva que consiste en pasear juntos en lugares frecuentan y donde enfrentará sus temores. Luego, el refuerzo positivo que consiste en premiarlo por aquello que se considera una buena conducta, puede ser premiarlo con caricia, una golosina para perros o un juguete.
Laura Kuperman
Educadora Canina.
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