El evento Brilla Sarita, realizado en Posadas, no solo reunió a más de 50 expositores y miles de visitantes, sino que también se convirtió en escenario de un hecho destacado. La organización Alimendar logró recuperar más de 160 kilos de excedentes gastronómicos que fueron destinados a comedores comunitarios. Jonas Borboi, referente en la capital misionera, explicó que el operativo fue un éxito gracias al compromiso de voluntarios y al trabajo coordinado con los participantes de la feria.
Borboi detalló que se instalaron desde la tarde para concientizar tanto al público como a los emprendedores gastronómicos sobre la posibilidad de donar productos que no habían sido servidos. Aclaró que no se trataba de sobras, sino de elaboraciones que habían quedado en la cocina sin llegar a las mesas. “Fue un batallar toda la tarde y la noche, y por supuesto tener ese resultado de más de 160 kilos de excedentes de alimentos” expresó, en FM 89.3 Santa María de las Misiones, al subrayar que el objetivo fue alcanzar un evento desperdicio cero.
El balance mostró que lo más recuperado fueron panificados, facturas y empanadas. Aunque su peso no es elevado, el volumen sí resultó significativo. Borboi sostuvo que “eso fue lo que más rescatamos” y resaltó que los productos se entregaron a tres comedores que trabajaron directamente en el traslado hacia sus espacios, lo cual simplificó la logística.
La experiencia sirvió además para visibilizar la labor que Alimendar desarrolla desde hace diez años en Posadas. Borboi consideró que todavía hay mucha gente que desconoce a qué se dedican y por eso el Brilla Sarita fue una oportunidad para mostrar resultados concretos. Al mismo tiempo, el stand permitió enseñar cómo se pueden aprovechar al máximo frutas y verduras rescatadas del mercado central. La organización ofreció degustaciones de preparaciones como el carrot cake elaborado con insumos recuperados. “La gente podía aprender que hay mil formas de aprovechar los alimentos” comentó, destacando la importancia de impulsar la cocina de aprovechamiento.
El referente explicó que Alimendar cuenta con convenios con colegios de nutricionistas e ingenieros en alimentos que aportan pautas para garantizar la inocuidad. A esto se suma la articulación con el Plan Nacional, que provee información permanente sobre manipulación segura. Gracias a este esquema, los excedentes pueden convertirse en una herramienta para que los comedores se fortalezcan y logren autogestionarse.
No obstante, Borboi advirtió que existen productos que no se pueden recibir. En ese grupo se encuentran las preparaciones con mayonesa, crema o aquellas que permanecieron demasiado tiempo a temperatura ambiente. “Hemos tenido que decir muchos no” señaló y añadió que la prioridad es asegurar que cada donación llegue en buenas condiciones.
Sobre la mecánica con los organizadores de eventos, el referente destacó que en Posadas ya existe una conciencia mayor para evitar desperdicios. Contó que trabajaron junto al buró local para reducir los excedentes que se generaban por las reservas incumplidas en cenas y banquetes. Según explicó, en algunos casos confirmaban 15 lugares y solo asistían seis o siete, lo que producía sobrantes de hasta un 50 por ciento. Con campañas internas, esa problemática pudo ser reducida.
El rescate de Brilla Sarita contó con tres voluntarios y tres comedores que se hicieron cargo del traslado. Para Borboi, la respuesta fue muy positiva y se sumó a otras experiencias donde lograron recuperar hasta 8 mil kilos de frutas y verduras del mercado central. “Se generan grandes circuitos solidarios” afirmó, en referencia a la colaboración entre comedores con o sin movilidad para distribuir lo recolectado.




